“El radicalismo encabezó en 2019 y nadie se opuso, en 2017 fuimos nosotros y entendemos que debemos seguir con ese esquema“, sostienen desde el PRO a la hora de plantar los primeros candidatos y relegar a los de la UCR bastante para atrás, en algunos casos tanto que no tienen chances de ingresar.
Los macristas se abroquelaron y acordaron “no bajarse” y soportar la presión del radicalismo y establecieron las condiciones que hoy parecen innegociables: el partido no debe perder representación en el Congreso. Por esto pretenden, como mínimo, dos lugares entre los primeros cinco de la lista de Diputados y uno para el Senado. Los radicales aseguran que son ellos los que tienen las estructuras partidarias necesarias para enfrentar estas elecciones y amenazan con una interna.
Cambiemos, con el empuje de Mauricio Macri llevó en 2017 a lograr cinco bancas en la cámara baja nacional en una victoria contundente que dejó atrás al schiarettismo, que terminó como segunda fuerza. En ese momento ingresaron Héctor Baldassi y Gabriel Frizza por el PRO y Soledad Carrizo, Diego Mestre y Brenda Austin por la UCR.
En 2012 el primer legislador cordobés del PRO fue Javier Pretto, que estuvo en ese cargo hasta 2015, momento en que logró dar el salto a Diputados de la Nación.
El mismo Pretto fue electo recientemente nuevamente al frente del partido y recibió la bajada de línea de Patricia Bullrich de que el PRO no puede resignar bancas y por lo tanto deberá pelear con uñas y dientes para sostener el armado o ir a internas.
Además Bullrich entiende que una buena elección del PRO en Córdoba podría darles la renovación generacional que necesitan para poder pelear la gobernación en 2023.
En ese contexto apareció Gustavo Santos, un hombre de dilatada experiencia en la gestión pública y casi nula trayectoria electoral. “Cuando Mauricio apareció con la idea de Santos a nosotros nos pareció muy bien porque ha ocupado cargos muy importantes en las tres órbitas del Estado y tiene un gran conocimiento del territorio como para poder crecer en la referencia del electorado cordobés de cara a la disputa de 2023”, dicen desde las filas macristas, férreas defensoras de una candidatura que con el paso de los meses también recibió la bendición de Horacio Rodríguez Larreta.