InicioMundoDetractores, a comer: reunión de "cuervos" a espaldas del papa Francisco

Detractores, a comer: reunión de “cuervos” a espaldas del papa Francisco

Se filtró una cena que se realizó en el Vaticano con cardenales y obispos, mientras el Papa Francisco estaba siendo operado en el quirófano del Policlínico Gemelli de Roma en una cirugía de colon por divertículos donde ya delineaban el perfil de su sucesor

El organizador de la reunión detractora ya habría sido identificado

Una velada con objetivo malicioso entre amigos y compañeros prelados la noche del domingo 4 de julio dentro de los muros del Vaticano llegó a los oídos de Francisco, una cena que se realizó, no para rezar el rosario y pedir por el buen éxito de la operación papal, sino para empezar a poner la cabeza en el identikit del nuevo Papa, contando los votos de los cardenales, convencidos de que a Bergoglio le quedaría ahora poco tiempo para vivir.

La época de envenenamientos que parecía archivada desde hace algún tiempo vuelve a cobrar protagonismo a la sombra de San Pedro después de la internación del Papa, con cuervos, aves de rapiña y lenguas afiladas que han comenzado a calentar la estufa para el próximo cónclave.

“Sigo vivo a pesar de que algunos me querían muerto”

El propio Francisco contó sobre la reunión que se realizó a su espalda: “Algunos me querían muerto”

La confirmación de lo que estaban tramando en esa calurosa noche de verano la dio el propio Pontífice quien, reunido en los últimos días en la Nunciatura Apostólica de Bratislava con los hermanos jesuitas en una charla sin filtros y con el corazón abierto, envió un mensaje muy claro a los detractores que viven en la Curia de Roma: “Sigo vivo a pesar de que algunos me querían muerto”. “Sé que incluso ha habido encuentros entre prelados que pensaban que lo del Papa era más serio de lo que se decía. Preparaban el cónclave. ¡Paciencia! Gracias a Dios estoy bien”.

Pero hay más: según fuentes muy autorizadas, sobre el escritorio del Papa Francisco, además de la noticia de la cena, llegó también información muy valiosa: el nombre y el apellido del organizador del encuentro, el cuervo, un alto prelado, que puso en marcha la máquina de la Curia para volver a reunirse en la Capilla Sixtina y archivar el pontificado de Francisco.

La salud del Papa y difusión de noticias falsas

Los mismos detractores difundieron la falsa noticia de que el Sumo Pontífice pensaba en renunciar a su cargo

Las condiciones de salud del Papa, en las semanas posteriores a su internación, sin embargo, mejoraron considerablemente, haciendo bajar las expectativas del grupo operador, que de inmediato implementó el plan B, difundiendo una noticia falsa ingeniosamente estudiada que corrió como agua por el mundo entero, llegando rápidamente a la Argentina: Francisco está a punto de renunciar, dejará su pontificado quizás el próximo diciembre, a la edad de 85 años.

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También en este caso, la noticia fue filtrada de inmediato por algunos muy allegados en Casa Santa Marta con el Papa Francisco que aprovechó, hace unas semanas, una entrevista en la radio de la Conferencia Episcopal Española, COPE, para desmentir la maldad: “¿Renunciar? Una palabra se puede interpretar de una forma u otra, ¿no? Esas son cosas que pasan. ¡No sé de dónde salió la noticia de que estaba a punto de renunciar! Ni siquiera se me pasó por la cabeza. Ante interpretaciones ligeramente distorsionadas de algunas de mis palabras, me quedo callado, porque aclarar es peor”, exclamó Francisco en la nota radiofónica.

La gestión del Papa, criticada por los más conservadores

Bergoglio, a lo largo de todo su papado, se caracterizó por actualizar ciertos mensajes de la Iglesia

No es ningún misterio que en el Vaticano como en otros contextos de Italia, los críticos del Papa Francisco han aumentado con los años: el sector más ortodoxo y conservador de la sociedad que no acepta cambios y aperturas está cansado de las noticias innovadoras del jefe de la Iglesia Católica y muchas veces no ahorraron al Pontífice golpes “diabólicos” por sus últimas decisiones como son la misa en latín, la aceptación de los divorciados, el contínuo solicitar la integración de los inmigrantes ante una política que hasta ha cerrado puertos a los refugiados en el mediterráneo y muchas otras más.

Siempre dirigiéndose a los jesuitas eslovacos, Bergoglio, aclaró: “Puedo merecer ataques e insultos porque soy un pecador, pero la Iglesia no se merece esto: es obra del diablo. También hay clérigos que hacen malos comentarios sobre mí”, añadió el Papa argentino, “a veces me falta paciencia, sobre todo cuando hacen juicios sin entrar en un diálogo real. Ahí no puedo hacer nada. Sin embargo, sigo sin entrar en su mundo de ideas y fantasías. No quiero entrar en esto y por eso prefiero predicar. Algunos me acusaron”, concluyó, “de no hablar de santidad. Dicen que siempre hablo de lo social y que soy comunista. Sin embargo, escribí toda una Exhortación Apostólica sobre la Santidad, la Gaudete et exsultate”.

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