Los fallos judiciales que tanto en el caso de Guernica como en el campo de los Etchevehere en Entre Ríos se respaldaron en el derecho a preservar la propiedad privada dieron algo de oxígeno en el sector privado, aunque claro en tiempos de pandemia toda bocanada de aire fresco lleva barbijo. Las diferentes entidades Foro de Convergencia, IDEA, la Sociedad Rural, la Cámara de Comercio, en fin desde todos los sectores celebraron que las decisiones judiciales se anclaran en la necesidad de ratificar el derecho a la propiedad privada. Ahora, ¿el tema de las tomas está totalmente resuelto?
En 12 de las 24 provincias argentinas hay conflictos vinculados con las tomas y no son situaciones que comenzaron con la cuarentena, todo lo contrario vienen desde hace mucho tiempo porque, lamentablemente, en la Argentina acceder a la vivienda propia cada vez es más difícil para los que trabajan. Claro que el costo político de la represión no le gusta nadie, la represión sólo ocurre cuando se agotan los consensos y el diálogo pero nunca gusta. Por eso, en el Gobierno Nacional y provincial hay una convicción rotunda: no puede haber un nuevo Guernica, aunque a Juan Grabois no le guste. Es obvio, que los que están fuera del sistema ni siquiera lo pueden soñar y la pobreza e indigencia crecen sostenidamente de la mano de la crisis y la pandemia. Unicef argentina prevé que el 63% de los niños para fines de este año será pobre. Su futuro no parece augurarles una vivienda propia con más facilidad que ahora. El extenso territorio nacional y el concentrado aglomeramiento habitacional del país son temas de histórico retroceso, la post pandemia podría ser una oportunidad para revertirlo y tomará muchas generaciones hacerlo.
Esto pone el acento en las partidas presupuestarias que se destinarán para la política habitacional post pandemia, algo de lo que hay muy poco contemplado en el Presupuesto 2021 que comenzó a discutir el Congreso. El acceso a la vivienda fue una promesa de campaña del oficialismo, hoy atravesada por las urgencias y la escasez de recursos que impone el coronavirus. En la redacción de la Ley de Leyes quedaron afuera estos incentivos. También otros como, por ejemplo, los que demanda el Frente Agroindustrial para llevar las exportaciones de los actuales 65.000 millones de dólares a los 100.000 millones de dólares y generar 700.000 puestos de trabajo adicionales. El próximo 4 de noviembre habría una nueva reunión con el Gobierno para impulsar la ley que va tomando forma en la Cámara de Diputados. Hay tanta sequedad de recursos y seguirá habiéndola en el 2021 que el mismísimo equipo económico piensa en un préstamo con el Fondo Monetario en torno a los 5.000 millones de dólares para cubrir los recursos que se necesitarían el año próximo y que no saldría del aumento en el nivel de actividad económica.