En su debut, los anuncios económicos no lograron frenar la fiebre nacional por el dólar. El Banco Central perforó los 7.000 millones de dólares de Reservas netas, de acuerdo con la misma autoridad monetaria, y salió a jugar a un partido de rose junto al titular del ministerio de Hacienda, Martín Guzmán. Anunciaron un cambio en la estrategia cambiaria que reforzó el cepo pero le dio más volatilidad a la divisa y un paquete de incentivos para atraer dólares que baja las retenciones para la soja, la industria y la construcción hasta fin de año.
Las medidas tuvieron diversas repercusiones en el sector privado. Sobreactuaron apoyo desde la CGERA (Confederación General Empresaria) que preside Marcelo Fernández, allí sostuvieron que promoverá la industria nacional y las pymes. En Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que lidera Jorge Chemes, advirtieron que sólo beneficiará a las grandes cerealeras. La Unión Industrial, que conduce Miguel Acevedo, salió a aguantar los trapos.“Van en el sentido que la mayoría de las empresas estaban pidiendo”, señaló el dirigente fabril. Mientras que desde la Cámara de la Construcción (CAMARCO), su titular Iván Szczech definió “muy a favor de los incentivos a la inversión”. Claro la industria y la construcción son los sectores más beneficiados con los recientes anuncios. Y son dos sectores troncales para sostener el empleo que, de acuerdo con datos privados, ya habría arrasado con 400.000 puestos de trabajo (incluyendo independientes) a pesar de las prohibiciones para despedir.
De todos modos, el Gobierno logró meter una nueva cuña entre el campo y la industria con estos anuncios. Mientras esto pasa, el Centro Agroindustrial que tiene la venia presidencial y la de la vicepresidenta Cristina Kirchner trabaja en borradores pero no logra avanzar con fuerza de ley ni tampoco sus consideraciones fueron contempladas dentro de los lineamientos presupuestarios del año próximo. En ese frente no está la Sociedad Rural; tampoco estuvo el jueves pasado ni otros referentes de la Comisión de Enlace.
En la CGT hay mucha preocupación por las fuentes de trabajo pero especialmente por la informalidad del empleo que crecería fuertemente tras la pandemia. En la cúpula de la sede de Azopardo, según fuentes de primer nivel, descuentan que para fines de este año los trabajadores en negro serán la mitad de la población económicamente activa, lo que agrega un condimento áspero en el cóctel futuro: quiénes efectivamente podrán sostener con el pago de sus impuestos un Presupuesto 2021 que prevé un 60% de su totalidad en gasto social. La dirigencia gremial ultima los detalles de un acto para el 17 de octubre en respaldo al presidente, Alberto Fernández, que proyectan federal y multitudinario. El día después se contarán meticulosamente a los presentes pero sobre todo a los que decidan no estar.
La preocupación también recorre el sector privado y en esa dirección van los preparativos para el 56 coloquio que IDEA prepara por primer vez en su historia de manera virtual para el 14, 15 y 16 de octubre bajo el título “Qué país queremos ser”. La sensación que predomina entre los CEO´s es que la fuga de empresas de la Argentina no concluyó y lo que consideran “un clima ideológico hostil” contra los empresarios, tampoco. La invitación que aún no tuvo confirmación y que más ansiosamente se espera es la del presidente, Alberto Fernández. El año pasado no asistió; no había sido ungido aún como Primer Mandatario en las elecciones generales. Este año, con la tecnología a disposición, romperá la racha que viene cantando ausente con aviso durante las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner?