Los negocios gastronómicos de Mar del Plata, duramente golpeados por la cuarentena y la crisis económica, están en pie de guerra. Y se lanzaron a presionar para abrir los locales, lo que contaría, aunque en forma acotada, con el guiño del intendente Guillermo Montenegro, quien pese a que no tiene la autorización aún de la provincia habilitará algunas actividades para evitar un estallido.
Los cruces entre la Provincia y el gobierno marplatense no son nuevos. Pese a que el diálogo entre el gobernador Axel Kicillof y Montenegro es fluido, desde la Feliz reclaman un trato diferencial por tratarse de un municipio de casi un millón de habitantes que se ve circunscripto a un decreto del que, según fuentes locales, “no tenemos salida. Es muy difícil llegar a los 21 días sin un solo caso y la gente necesita trabajar”, según informó hoy el diario Ambito Financiero.
Mientras tanto hoy se realiza una convocatoria nacional de todo el sector gastronómico hotelero que reclama una ley de emergencia entre otros beneficios económicos y fiscales. Desde el sector, que emplea a 650 mil personas, aseguran que de persistir esta situación van a cerrar 7 de cada 10 restaurantes y 8 de 10 hoteles.
En este marco, la ciudad pondrá en marcha una prueba piloto de reapertura gradual de la gastronomía con la mira puesta en la actividad de la cafetería y que se llevará a cabo entre el 3 y el 10 de julio. El protocolo se sostiene en una actividad diurna de 7 a 18, con amplia permisividad de mesas en el exterior con distancia recomendada, ambientes ventilados permanentemente, sin uso de transporte público, con utilización de tapaboca fuera de la mesa, en un máximo de cuatro personas por mesa y con recomendación de permanencia máxima limitada.
La Comisión que le recomendó la apertura de estas actividades al Ejecutivo local está integrada por autoridades municipales y concejales de los diversos bloques políticos del cuerpo legislativo. En ese sentido desde el Frente de Todos local dejaron en claro que se llegó a un consenso en la comisión para llevar adelante esto pero quien luego instrumenta es el Ejecutivo local.
En este contexto hay que enmarcar a Mar del Plata dentro del cuadro de la emergencia turística. Según fuentes consultadas la ley orgánica de municipalidades no permitiría pasar por encima un decreto provincial, pero a la vez al tener activado el plan de emergencia se permitirían cierta toma de decisiones que estén relacionadas a las áreas afectadas.
El ejecutivo busca atenuar la difícil situación que atraviesan los sectores que aún aguardan una autorización para volver a trabajar. Sin embargo, esta decisión puede tensar la relación entre el gobernador y el intendente Montenegro.