El INDEC difundió el desempleo en el último tramo de la cuarentena 2021: ¡letal! Subió dos puntos y alcanzó a 2.230.000 personas (el 11% de la población). Son datos oficiales y, así se completó una semana demoledora en lo que se refiere al impacto de la pandemia en el país, ya que el mismo INDEC pocos días atrás había difundido que la caída del PBI nacional el año pasado orilló el 10%, la peor en 28 años. Un combo demoledor.
Por eso, las miradas están puestas en la generación de empleo en este 2021 y ahí la carga tributaria de las empresas y lo que, en muchos sectores, consideran el cambio de reglas de juego generan caras largas, ya que el empleo privado no crece desde 2011. Lo que es igualmente demoledor respecto del desempleo es que aumentó al valor máximo en la serie, es decir el más alto desde que se mide el tiempo de búsqueda de empleo: los desocupados con tiempo de búsqueda de entre 6 meses y 1 año aumentaron al 27.1%. Es decir que el refrán “el que busca siempre, encuentra” no funciona en este aspecto.
Por otro lado, una encuesta realizada entre 300 pymes de diferentes rubros por la consultora Grupo Set, que circula entre los industriales más poderosos del país reveló que el 80% admitió que si pudiera vender su compañía no volvería a invertir en el país por el consumo en picada, la carga impositiva, los costos laborales y la burocracia estatal. Y eso que en las fábricas, admiten que están en medio de un oasis en pleno desierto porque la industria es el único sector que recuperó los niveles de producción pre pandemia.
Por eso es tan importante el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. No solo para devolver la plata prestada sino para poner al país en el radar internacional de inversores extranjeros y atraer nuevos jugadores que, junto a los locales, hagan crecer el PBI y generen empleo privado. No todos dentro de la coalición gobernante lo ven de este modo. Hay un sector que prioriza y privilegia el empleo estatal por sobre el privado. En un contexto de descontentos y desconfianzas, el ministro de Economía Martín Guzmán debió reunirse nuevamente con los equipos del FMI para explicar los dichos políticos en la Argentina: Guzmán ya tiene bastante con tratar de explicar por qué no baja la inflación en la argentina como para, encima, hacer horas extras como traductor de los matices domésticos en la coalición de Gobierno. Esos matices meten ruido en una línea que viene complicada desde hace rato. En concreto, lo que mide los humores y simpatías internacionales sigue siendo el mismo frío indicador: la tasa a la que se le ofrece préstamo al país. Es también lo que miran en el sector privado local a la hora de decidir endeudarse para invertir y emplear. Un 17% para este lado del mapa distan muchísimo de las tasas a las que pueden acceder otras naciones latinoamericanas. Un informe de la consultora Quantum, que preside Daniel Marx, lo dice sin rodeos. Hace siete meses que se evitó el default en la Argentina y se cerró el canje de manera exitosa; sin embargo, el rendimiento promedio es de 17,6% y la consultora que dirige el ex secretario de Finanzas señaló que las razones son “la confusión generalizada” sobre el rumbo económico más allá de un contexto de riesgo en todos los emergentes. “Para los inversores la falta de definiciones aumenta el riesgo de que Argentina deba volver a reestructurar la deuda con los acreedores privados una vez transcurrido el período de gracia”, advirtió. Clarito. Tic tac.