La Guardia de Finanzas de Nápoles informó la incautación de 14 toneladas de anfetaminas, el mayor decomiso registrado a nivel mundial, que habrían sido producidas en Siria por el Estado Islámico con el objetivo de financiar sus operaciones.
El envío incautado está integrado por 84 millones de pastillas de la anfetamina captagón fabricadas por los milicianos islamistas, según informó la agencia de noticias Adnkronosde.
La Guardia de Finanzas destacó que se trata de la mayor incautación de anfetaminas a nivel mundial y que la operación se realizó por decisión de la Fiscalía de Nápoles en el marco de una investigación conjunta con la Dirección de Distrito Antimafia sobre una organización con proyección internacional dedicada a la importación de sustancias estupefacientes.
La investigación surgió como consecuencia de incautaciones anteriores de anfetaminas que pusieron sobre la pista de tres contenedores sospechosos que iban a llegar al puerto de Salerno con cilindros de papel de uso industrial y maquinaria.
Tras requisar los contenedores, los investigadores, con el apoyo de técnicos y la colaboración de la Sección Antifraude de la Agencia de Aduanas de Salerno, retiraron los cilindros de papel, de cerca de dos metros de alto y 140 centímetros de diámetro.
Posteriormente los analizaron con un escáner especial que permitió descubrir 350 kilos de pastillas en cada uno de ellos, informó la agencia Europa Press.
En total, las fuerzas de seguridad incautaron 84 millones de pastillas, con un peso de catorce toneladas, de la conocida como ‘droga de la yihad’ porque es la anfetamina consumida por los islamistas antes de sus ataques y combates.
Las autoridades italianas señalaron que Estado Islámico, conocido también como ISIS por su acrónimo en inglés, financia sus propias actividades insurgentes con el tráfico de sustancias estupefacientes, fabricadas en su mayoría en Siria, que lo convirtió en el primer productor mundial de anfetaminas.
El captagón es una anfetamina que se vende por todo Oriente Próximo y cuyo uso se ha popularizado entre los milicianos de Estado Islámico para inhibir el dolor y el cansancio. Fabricada inicialmente sobre todo en Líbano y posteriormente introducida en Arabia Saudita en la década de los 90, esta droga fue utilizada por milicianos de Estado Islámico en diferentes ataques y fue hallada en varias de las casas operativas de los autores de los atentados de París.