En medio de las controversias y el temor por la variante Delta que hizo caer hoy las bolsas europeas –Milán se desplomó llegando a perder cuatro puntos y recuperándose al final de la jornada– ante la incerteza y la falta de esperanzas de una rápida recuperación pos-Covid, Inglaterra levantó prácticamente todas las restricciones impuestas por la pandemia de Coronavirus.
Es el Día de la Libertad, aunque en realidad es difícil darse cuenta porque esta mañana en los supermercados había más gente con tapabocas que sin ellas, e incluso en las calles, donde nunca ha sido obligatorio, mucha gente las llevaba.
Lo cierto es que la opinión pública en Europa es mucho más cauta que el gobierno de Boris Johnson, viendo el avance de la variante Delta que aumenta los casos a diario debido al desplazamiento de la población en los meses de vacaciones de verano. Sólo el 31% de la población piensa que Boris ha hecho bien en levantar las prohibiciones, mientras que el 55% hubiera preferido mantenerlas.
Y el primer ministro, aunque no pueda dar marcha atrás porque sería un suicidio político, ha hecho todo lo posible por frenar el entusiasmo: “Tenemos que recordar que este virus sigue ahí afuera“, dijo. “Los casos van en aumento, podemos ver como la variante Delta es extremadamente contagiosa. Así que, por favor, tengan cuidado. Demos el siguiente paso con la debida cautela y respeto por las demás personas y por los riesgos que sigue presentando la enfermedad”.
En el plano práctico, la última etapa de la recuperación de la libertad no supuso un avance radical: la gran reapertura ya tuvo lugar el 17 de mayo, con la reanudación de pubs, restaurantes, cines, teatros y gimnasios. Lo que ha cambiado a partir de hoy es que ya no es obligatorio el uso de tapabocas en Inglaterra en ningún caso, los locales públicos pueden funcionar con capacidad plena, las discotecas y los grandes eventos vuelven a ponerse en marcha y ya no se recomienda trabajar desde casa.
Sin embargo, lo importante es el significado simbólico del Día de la Libertad -Freedom Day- que debía ser una señal de vuelta a la normalidad, pero la difusión de la variante Delta y el temor por el aumento de los contagios en el viejo continente ha debilitado prácticamente su efecto.