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viernes, marzo 29, 2024
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Un año del primer caso de coronavirus en Italia

Hace un año fue detectado el paciente 1 en el hospital de Codogno, en Lombardía. Se trata de Mattia Maestri, un hombre de 38 años

Hace exactamente un año se confirmaba el primer caso de Covid-19 en Italia y se convertía el país en el foco de la pandemia en Europa.

Fue el primer lugar de Occidente donde se encontró un brote autóctono de la hasta entonces misteriosa enfermedad detectada en China y que nadie llegaba a imaginar entonces que paralizaría todo el mundo.

Oficialmente la pandemia empezó el 21 de febrero de 2020, cuando Mattia Maestri, de 38 años debió ser hospitalizado a causa de una fuerte pulmonía. Desde ese entonces fue declarado el primer paciente italiano por coronavirus en el país y será para siempre, el paciente 1 fuera de China. Y así fue como el pueblo italiano de Codogno, en Lombardía, se convirtió en la Wuhan de Italia y de Europa.

Al conocerse la noticia del hospital de Codogno ya nada sería igual: reinó inmediatamente el pánico en los habitantes del lugar, muchos de los cuales, ya antes de las medidas restrictivas que se tomaron sucesivamente, decidieron no mandar más a sus hijos a la escuela. Siguió el asalto a los supermercados para realizar la provisión de alimentos y productos de limpieza. Luego la primera caza desesperada y compulsiva de alcohol en gel, mascarillas y barbijos quirúrgicos agotados en todas las farmacias para protegerse de un virus aún desconocido.

El descubrimiento del paciente 1 en Codogno dio comienzo, progresivamente, a la propagación en Lombardía, en Italia y en Europa. Se decretó que Codogno y otras localidades cercanas se conviertan en la primera zona roja de Italia, donde todo el mundo debía permanecer obligatoriamente en sus casas, sólo se podía salir para ir al supermercado o a la farmacia con una declaración jurada en la mano. A raíz del encierro, los balcones empezaron a ser el escenario de una nueva vida en confinamiento con los aplausos de los vecinos y el himno italiano entonado desde las ventanas.

Luego se registraron los meses más duros de la pandemia: marzo y abril. Fueron semanas en los que el mundo miraba con atención a Italia, como adelanto de lo que iba a ocurrir en otros países. Una imagen representa claramente el dolor de esos meses: los camiones del Ejército transportando cientos de ataúdes del hospital de Bérgamo, en Lombardía, una de las ciudades más golpeadas por el Covid-19.

Afortunadamente en mayo y junio las cifras progresivamente empezaron a bajar, tanto en contagios como en fallecidos. Llegó el verano y con medidas de seguridad y protocolo como la distancia social, el uso de mascarillas y la prohibición de generar aglomeraciones se pudo transitar.

En septiembre la vuelta al colegio complicó la situación epidemiológica. Iniciaron los contagios entre los alumnos y docentes con brotes en las aulas y aún hoy, un año después, muchos estudiantes de la escuela secundaria siguen con didáctica a distancia (DAD), mientras que las universidades brindan sus clases de forma telemática.

Llegó el otoño y el repunte de contagios y fallecidos, evidenció la consolidación de la segunda ola de la pandemia. Por esta razón, las fiestas de fin de año tuvo al pueblo italiano cumpliendo un nuevo confinamiento, matizado según los días en cuestión, a lo largo de todas las Navidades. Esto no ha impedido, desgraciadamente, que hoy en día el país siga contabilizando cientos de muertes diarias y un promedio de 12.000 nuevos positivos cada 24 horas.

Situación epidemiológica

Italia registra unos 2.800 millones de contagios por coronavirus desde el inicio de la epidemia y más de 95.000 fallecidos. Los positivos actuales son más de 382.000, lo cual implica una tasa de 636 contagiados por cada 100.000 habitantes.

En lo que se refiere a las vacunas, se han entregado un total de 4.700.000 y suministrado unas 3.370.000 dosis.

Según los datos oficiales suministrados por las autoridades sanitarias en las últimas 24 horas se registraron 13.452 nuevos contagios y 232 víctimas.

Se evalúan nuevas medidas

Ya son varios los expertos en salud pública y virólogos prestigiosos que proponen para los próximos días un nuevo “confinamiento”, corto y eficaz, para limitar los contagios en el país.

Italia sigue dividida por colores, asignados a todas las regiones: el “rojo” significa confinamiento completo y alta circulación del virus, el “naranja” es de circulación media y el “amarillo” implica una convivencia con el coronavirus con la única restricción de no poder cruzar de una a otra región, los locales abiertos hasta las 18:00 horas y las ya conocidas normas de comportamiento.

A partir de hoy las regiones de Campania, Umbría, Emilia Romaña y Molise pasaron al confinamiento medio de color naranja y el resto de territorios son zonas amarillas. Se están decretando también nuevas zonas rojas, pero sólo de forma localizada como la provincia de Perugia.

Actualmente la península sigue aplicando el toque de queda nocturno a partir de las 22.00 horas en todo el territorio nacional, sin permitir la apertura de gimnasios, teatros y cines.

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