Patricio Leonel Reynoso, el sospechoso del femicidio de su novia Pilar Riesco, quien murió al caer de un balcón en el barrio porteño de Nueva Pompeya en marzo de 2020, se entregó y fue detenido este miércoles tras permanecer más de dos meses prófugo, informaron fuentes judiciales y policiales.
Reynoso, de 32 años, tenía pedido de captura desde el 13 de abril. Adriana Chiaverano, la madre de Pilar, confirmó a este medio que hoy la Policía lo apresó.
“Lo encontraron. Ya lo apresaron”, esas fueron las palabras que dijo entre lágrimas la mujer, en exclusiva, a Opinión Frontal. Y contó cómo fue que se enteró: “Llamé a la división de homicidios y me atendió el oficial a cargo de la causa de mi hija y me dijo que lo había apresado. Así que llamé al Juzgado y ya es cierto, lo apresaron”. Según fuentes policiales, se entregó en la División de Homicidios de la Policía de la Ciudad.
El acusado se presentó esta tarde junto a un abogado en la sede de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad en el barrio de Palermo y quedó a disposición de la jueza en lo Criminal y Correccional 51, Graciela Angulo de Quinn, quien lo tiene imputado en la causa por “homicidio calificado por el vínculo y por haber mediado violencia de género” (femicidio), delito que prevé una pena de prisión perpetua.
El femicidio
Desde 2017, Pilar estaba de novia con Patricio Leonel Reynoso, que era 10 años más grande que ella. La joven estudiaba recursos humanos en la Universidad de la Marina Mercante. En 2020, Pilar estaba feliz porque había entrado a trabajar a un banco en el que sus hermanos también trabajaban.
El 15 de marzo de ese año, Pilar murió al caer del balcón del departamento ubicado en el 4° piso de la calle Alagón 305 en el que vivía con su pareja Patricio Leonel Reynoso, en Nueva Pompeya. La madre de Pilar relató indignada: “Reynoso ni siquiera llamó al SAME, Reynoso la dejó muerta tirada en el piso como 20 minutos hasta que una persona pasó y llamó a la Policía”.
Además, Adriana Chiaverano contó que la mujer que declaró era una “testigo falsa” y se demostró porque en el cruce de antenas la dieron a 20 cuadras del lugar del crimen. “Ella hablaba por teléfono con el imputado mientras mi hija se estaba muriendo en el suelo. Ni ella ni él llamaron a la ambulancia”, lamentó.
La joven fue trasladada de urgencia al Hospital Penna pero falleció por la gravedad de las heridas.