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Policías de la Dirección de Drogas Ilícitas de Quilmes, utilizando un camión como “Caballo de Troya”, pudieron ingresar sin ser vistos en tres barrios de ese partido del Gran Buenos Aires y sorprender a unos diez hombres que se dedicaban a la comercialización de cocaína y marihuana.
El procedimiento contra la banda de los “Piki Voley” (porque todos jugaban y participaban en campeonatos de dicho deporte, muy popular en Paraguay), fue realizado en las villas Azul, Papa Francisco y La Matera de Quilmes. Después de los operativos, que terminaron con el secuestro de 3.500 dosis de cocaína y 200 de marihuana, todos los uniformados fueron desinfectados por integrantes de la Policía Ecológica, debido al avance del coronavirus en ese distrito.
La investigación, que estuvo a cargo de la fiscal Clarissa Antonini, dio resultado debido a que los agentes, para no ser visualizados por los encargados del sistema de seguridad de la banda criminal, se escondieron en viejos camiones, que simulaban ser de transporte de reciclados.
No es la primera vez que, para evitar que falle el procedimiento, se utiliza este método de ocultamiento que emula al legendario caballo de madera de las Guerras Troyanas que cuentan tanto Homero en la Elíada como Virgilio en la Eneida.