Rocío Rojas no estaba viviendo con su mamá cuando fue brutalmente asesinada. Es que la Justicia le quitó la tenencia a Mayra y se la dio a la familia de su madrina, Carolina Graneros, quien hoy se encuentra detenida y formalmente acusada de ser coautora del femicidio de la criatura, según lo informado por fuentes de la causa.
Cuando Graneros se la llevó a ella y su hermanito de un año y nueve meses -asegurando que eran maltratados en su casa-, la madre de los niños recurrió a la Defensoría Oficial Civil y del Trabajo de la 2° Nominación. Ese organismo es el encargado de representar legalmente a personas que no tienen dinero para pagar un abogado privado.
En los audios que quedaron registrados, Mayra pide insistentemente que la atiendan para ayudarla a recuperar a sus hijos. La mujer recibe dos respuestas: en una, le dicen que espere y que no mande más mensajes; en la otra, le aseguran que ya la van a llamar, aunque ese llamado nunca llega.
Finalmente, en el último tramo de los audios la mujer habla del inicio del peor de los finales: desesperada, avisa a Defensoría que su hija se extravió y que no saben dónde está. Luego se sabría que no estaba perdida, sino que según contó el fiscal de la causa, fue víctima de un “aberrante” crimen “con pocos precedentes”.
Acusados
Amalia Carolina Graneros (39), la madrina de la Rocío; su pareja, Edgardo Hernán Caro (36) y su yerno, Mauro Ortiz (21) por el delito de “homicidio agravado por alevosía, premeditado por el concurso de dos o más personas, criminis causa y femicidio, en calidad de coautores.
“Se trata de un delito aberrante con pocos precedentes en los últimos tiempos, en el que demostraron un desprecio por la vida. Se encontraron restos óseos en lugares diferentes. Entendemos que por las características del hecho, los imputados enfrentarán una pena de prisión perpetua”, remarcó el fiscal Bustos al fundamentar el pedido.
Cabe destacar que fue Graneros quien denunció la desaparición, asegurando que la menor había salido de su casa, ubicada en el bario Chabela, este jueves, alrededor de las 12, y según dijo, no supieron más de ella.
La imputación
De acuerdo a la acusación, el 1 de julio, la niña estaba en el domicilio del pasaje Neuquén sin número de Lules, cuando cerca de las 5.00 horas, Granero y Caro, a sabiendas de que la menor estaba sin vida, por ser víctima de maltratos inhumanos, abuso y sometimiento a situaciones humillantes, que llevaron a su muerte, la trasladaron en una motocicleta a un terreno del asentamiento San Ramón de La Reducción, donde la diseccionaron y le prendieron fuego en un pozo. Posteriormente trasladaron el cuerpo a las cercanías del río Colorado, donde repitieron el macabro proceder.