El robo de cables se ha convertido en un verdadero problema en varios barrios, especialmente en el Gran Buenos Aires. En la mayoría de los casos, los ladrones sustraen dichos cables para después vender los metales, como el cobre, de alto valor en el mercado local.
En Quilmes Oeste, en el sur del conurbano bonaerense, se han denunciado varios hechos. Pero, tal vez, el más insólito ocurrió a plena luz del día en 889 y 803, cuando dos jóvenes, acompañados por un nene, robaron unos 30 metros de cable.
Uno de los ladrones, con gran destreza, se trepó al tendido y quedó colgado de un cable, para luego cortarlo. Todo en presencia de varios vecinos que pasaban por el lugar.
El insólito robo fue viralizado por un vecino que, desde la vereda, grabó el accionar de los delincuentes que se llevaron el preciado botín en un carro de cartonero.