El anticipo de la operación de autopsia al cadáver de Fabián Gutiérrez (46), asesinado en Calafate, aportó un detalle revelador: lo degollaron con un corte hecho con un cuchillo con serrucho, del denominado tipo “Tramontina”.
Este dato, que anticipó el periódico santacruceño La Opinión Austral, es clave para la causa, puesto que ratifica (dándole aún más valor) los dichos de los detenidos que confesaron ante el juez del expediente, Carlos Narvarte, y la fiscal Natalia Mercado.
Además, la cabaña ubicada en calle Cañadón Seco de El Calafate estaba repleta de sangre. En la autopsia, también, se determinó que el ex funcionario recibió, más allá del cuchillazo mortal, varios golpes en la cabeza y distintas partes del cuerpo.
Todos los datos aportados por el forense ratifican, como se dijo, los dichos de los confesos, por lo que todos ellos quedaron aún más comprometidos en el expediente por el homicidio de Gutiérrez. Hoy domingo, además, el juez rechazó los pedidos de excarcelaciones que fueron presentados por las defensas.
El hallazgo del cuerpo del empresario Gutiérrez, que estuvo preso en la causa de los cuadernos y declaró como imputado arrepentido, se concretó en la mañana del sábado. Estaba semienterrado en el fondo de la mencionada casa de la calle Cañadón Seco.
El juez Narvarte, aseguró a la prensa que el cuerpo fue hallado envuelto en una sábana, que estaba vestido y que la principal hipótesis apunta a un homicidio vinculado a un robo.
La confesión de los acusados
En sus declaraciones judiciales, dos de los jóvenes detenidos por el hecho confesaron que lo tuvieron maniatado durante horas y que le pegaron incansablemente en una vivienda para que accediera a entregar plata en efectivo y números de cuenta. Los confesos señalaron a Facundo Zaeta, de 19 años, como el autor del degollamiento y dijeron que era la pareja de la víctima. “Facundo se cansó y le cortó el cuello”, dijo uno de ellos.
Zaeta le habría cortado el cuello en un baño de la casa. Poco después, lo habrían trasladado hasta la vivienda de Aeropuerto Viejo, un barrio residencial, ubicado a 20 cuadras del centro de la villa turística.
El muchacho ya había declarado el viernes en la Comisaría 1ra. y contó que Gutiérrez lo pasó a buscar en su camioneta, que fueron a un supermercado y, finalmente, a la casa de él. Sin embargo, negó haber tenido una discusión y dejó entrever que tenían una relación sentimental. La policía también detuvo a su hermano Santiago.
Los otros dos detenidos son Martín Andrés Gómez Chávez, un mecánico de 23 años, cuyo abuelo, Oscar Gómez, fue intendente de la ciudad entre 1991 y 1995. Y Pedro Monzón, de 18 años.