Néstor Soto, principal sospechoso del femicidio de Catalina Gutiérrez, ha confesado ante la Justicia de Córdoba su responsabilidad en el femicidio tras varios días de investigación. El hecho ocurrió el pasado 18 de julio y fue perpetrado por el compañero universitario de la influencer cordobesa.
Soto admitió ante el fiscal José Mana del Distrito I Turno 3 su participación en el asesinato de la joven, con quien mantenía un vínculo amistoso. Aunque falta que el acusado amplíe su declaración, todo parece indicar que el crimen se produjo en un contexto de violencia de género.
Según la investigación, Soto atacó a Gutiérrez por despecho ante un posible rechazo amoroso. El femicidio se produjo antes de una reunión social que ambos iban a compartir con otros compañeros de cátedra y la pareja de la joven.
Con toda la carga probatoria en su contra, el oriundo de Bariloche fue trasladado al penal de Bouwer en Córdoba, donde aguardará un juicio que se anticipa breve tras su confesión. Si se comprueba la mediación de violencia de género, el estudiante enfrentaría la pena de prisión perpetua como única sentencia.
Catalina Gutiérrez, de 21 años, murió por asfixia mecánica. Su cuerpo fue encontrado el 18 de julio en el barrio Kennedy, en el auto (Renault Clío) que su madre le había prestado. Tras varias horas de desaparición, su familia inició una intensa búsqueda, utilizando herramientas como el rastreo del iPhone de la influencer. El rastreo reveló la posición del vehículo y su presencia en la casa de Soto, a quien debía buscar para una reunión con amigos.
En el departamento de Soto, aparentemente, se produjo una fuerte discusión que terminó con el asesinato de Catalina. Desde su vivienda en el barrio de Nueva Córdoba, Soto trasladó el cadáver hasta un baldío donde intentó quemar las evidencias, pero falló. Actualmente, la Justicia está investigando la posible participación de más personas en el descarte del cuerpo.