Mónica María Rímolo, conocida bajo el nombre artístico de Giselle, podría volver a pisar la calle en los próximos días con salidas transitorias para trabajar. Fue condenada hace 9 años por homicidio culposo, entre varios cargos más, y ya está en condiciones de recibir el beneficio de las salidas transitorias, pero por el momento continúa recluida en el Complejo Penitenciario IV de Ezeiza por la Ley de Víctimas.
Hoy se encuentra alojada en las “casas pre-egreso” que es un sector exclusivo para internos que están en las vísperas de volver a pisar la calle.
Para salir, la Ley de Víctimas indica que es requisito necesario darle aviso a todas las víctimas de la falsa médica -se presentaba como profesional de la salud cuando solo había hecho un curso de cosmetología-. Son 72 las personas damnificadas involucradas en la causa y, entre ellas, la familia de la víctima fatal.
Esta mañana, la jueza envió la notificación a todos los abogados de la causa para que unifiquen la querella y poder otorgarle la libertad. Situación que podría concretarse en los próximos días.
El inconveniente que presenta también Rímolo y que demora su salida es que no posee un domicilio físico para fijar. Hoy su casa es habitada por su ex esposo Gainedu, quien formó pareja nuevamente y con la que comparte residencia.
Falsa médica y homicida
La ex mujer de Silvio Soldán recetaba pastillas mágicas “de algas” para perder peso. Poseían, entre otras cosas, anfetaminas que hoy día se encuentran prohibidas y que mal recetadas pueden ser letales. Varios medicamentos habían sido contrabandeados. Trágica suerte que corrió una de sus clientas, que murió y por la cual se la condenó por homicidio culposo en 2012.
La denuncia en Tribunales fue realizada en 2001 por la familia de una mujer llamada Lilian Díaz, que el 30 de junio de 2001 murió producto de la ingesta de una serie de medicamentos que Rímolo le recetó para, supuestamente, bajar de peso.
La condena del Tribunal Oral en lo Criminal N° 7 fue recién en 2012. Desde ese momento fue recluida en la Cárcel de Ezeiza. Ya había sido apresada en dos oportunidades en las que salió en libertad bajo fianza. Con condena firme y efectiva esa posibilidad quedó descartada. A la brevedad podría volver a la calle para trabajar.