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viernes, abril 19, 2024
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“Mi patrón me atropelló sin titubear”

Ocurrió en Mendoza. El propietario de una finca atropelló con su tractor a un trabajador que reclamaba pagos adeudados

Por Alex Vega, trabajador rural de 20 años atropellado con un tractor por su patrón, para La Garganta Poderosa.

Seguramente habrán visto el video donde José Sánchez, el dueño de la Finca Sánchez en Maipú, se subió al tractor y empezó a avanzar hacia mí, sin dudar ni detenerse: me atropelló sin titubear. Todavía tengo los moretones marcados y me duele, apenas puedo caminar. Imaginen la fuerza de un vehículo como ése: me pudo haber roto ambas piernas. Por supuesto, ese mismo día realizamos la denuncia en la Fiscalía N°16 de Maipú y de ahí me enviaron con un médico forense para constatar las heridas.

Me atropelló por reclamar que nos pague los dos millones de pesos que nos debe. Mi familia se dedica a la agricultura: plantamos cebollas, papas, zanahorias, lechugas, zapallos. Tenemos un contrato con él donde el 30% de todo lo que cosechamos y vendemos, nos corresponde como trabajadores de la tierra y el 70% va para los patrones; sin embargo, desde diciembre que no vemos ni un peso por nuestra labor. Incluso, se aprovechó de que mi padre no sabe leer para obligarlo a firmar un papel donde lo hacían renunciar al contrato que teníamos por las pagas de la cosecha. En mi familia somos 10 personas, de las cuales cinco labramos la tierra para garantizar el estudio de nuestros hijos.

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José Sánchez no sólo se niega a pagarnos, sino que nos ha amenazado con echarnos a la calle. Aunque es la primera vez que me ataca físicamente, ya antes nos solía amenazar de forma verbal: nos decía que iba a matar a nuestras hermanas y que nadie iba a reclamar por ellas. Sabemos bien que esto no nos pasa solamente a nosotros, sino que es algo que se repite en muchos lugares; hay mucha gente trabajando en el campo y se vulneran todos sus derechos. Es tan grande el miedo que se siente, que se hace casi imposible hablar, pero esto ya pasó cualquier límite y corremos mucho peligro; por eso nos animamos a denunciar: estos abusos no se pueden tolerar.

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