Conmoción en La Plata tras la muerte de un policía de 38 años que se habría descompensado durante una clase de kickboxing y perdió la vida momentos después en un hospital de la zona. Por ahora todo es incierto y especialistas tratan de dilucidar cuáles fueron las causas certeras de su deceso.
De acuerdo con las primeras precisiones del caso brindadas por 0221.com.ar, el trágico hecho ocurrió en las últimas horas del lunes en las instalaciones de Energym Fitness Center, un centro de entrenamiento ubicado en 161 entre 17 y 18 de Berisso.
Fuentes policiales confirmaron a ese medio que, aunque fue trasladado de urgencia en un auto particular hasta el hospital Larrain, los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
Tras la confirmación de su muerte, efectivos de la Policía Científica trabajaron en el lugar para realizar todas las pericias de rigor, que podrían resultar claves para determinar cuáles fueron las causas del trágico deceso.
Según un estudio, el kickboxing puede causar daño cerebral
Si bien el kickboxing es un deporte que practicado de forma correcta y segura no debería implicar mayores daños físicos, el mismo puede llegar a provocar daños a algunas partes del cerebro que regulan distintas funciones corporales, según un estudio.
El estudio, llevado a cabo por especialistas turcos, sostiene que los golpes en la cabeza provocados por el kickboxing pueden causar daños a la glándula pituitaria, la cual afecta el metabolismo corporal y la respuesta ante el estrés.
En la publicación “Clinical Endocrinology”, los investigadores dicen que los aficionados que reciben golpes en la cabeza deben ser examinados.
La pituitaria es una glándula del tamaño de un guisante y que no pesa más de un gramo, la cual se encuentra en la base del cerebro, justo debajo del puente de la nariz.
Ésta produce una variedad de hormonas que controlan, entre otras cosas, la regulación corporal del metabolismo, el manejo del estrés diario, el bienestar general y la libido.
El estudio
El equipo, de la Escuela de Medicina de la Universidad Erciyes, de Turquía, midió los niveles de estas hormonas en 22 kickboxers amateur (16 hombres y seis mujeres) y los comparó con personas sanas de la misma edad y sexo.
Se encontró que el 27% de los kickboxers tenían deficiencia en al menos una hormona comparado con el grupo sano.
Los investigadores dicen que la cabeza es una de las partes del cuerpo más comunes para sufrir daños, tanto para los kickboxers amateur como para los profesionales.
Además, dijeron que se necesitaba mayor investigación para entender cómo se daña la glándula pituitaria y para desarrollar accesorios que ofrezcan una protección más efectiva.