Rosario no logra pasar una semana sin que la violencia narco genere alguna víctima fatal. La provincia decidió echar al anterior ministro de Seguridad por la falta de respuestas y decidió poner al frente a un policía, algo que generó polémica dentro del propio partido gobernante. Pero pese al cambio de nombres la inseguridad y la violencia siguen a la orden del día. Ahora fueron dos balaceras en menos de una hora que dejaron dos muertos.
El primero fue un joven de 22 años en las inmediaciones de La Mandarina, donde fue acribillado por dos personas que pasaban por el lugar y que tras balearlo huyeron. El segundo ocurrió en barrio Ludueña, donde un hombre fue asesinado a balazos por dos personas desconocidas que abrieron fuego y también escaparon.
Los medios rosarinos, acostumbrados ya a las balaceras y crímenes, ya ni siquiera nombran a las víctimas y solo se están dedicando a contar los hechos casi como una cuestión estadística.
Este último crimen ocurrió a solo ocho cuadras de la última balacera que terminó con la vida de un joven en la zona de French al 2000, el último jueves. También cerca de donde el 23 de julio mataron a un hombre de 44 años que cruzaba la calle a comprar cigarrillos y quedó en medio de una balacera.
Los dos hechos ocurrieron cerca de las 20 de este viernes y por el momento la policía no tiene pistas de quiénes podrían ser los autores y no hay detenidos.
Hay consternación en el barrio por este nuevo asesinato y el lógico dolor e indignación de sus familiares.
Este asesinato se produjo a ocho cuadras de donde este jueves por la noche fue ultimado a balazos un joven en la zona de French al 2000 y a ocho cuadras de donde el pasado 23 de julio un hombre de 44 años que había cruzado la calle para comprar cigarrillos y lo mataron de un balazo.
Con estos dos crímenes, Rosario ya contabiliza 175 asesinatos en lo que va del año.