Javier Milei es un personaje de la política Argentina el cual lo voy a bautizar como “el rey del sentido común” ya que demuestra una absoluta incapacidad para reflexionar sobre temas que no comprende o no ha estudiado, e igualmente tiene opinión (como todo argentino).
Reiteradas veces lo vemos por la televisión argentina dando polémicas opiniones, las cuales curiosamente lo han llevado a ser candidato presidencial. Particularmente cuando opina sobre temas antropológicos, filosóficos, de género, sociológicos, es cuando suele soltar las barbaridades más grandes.
Es el caso de la inseguridad por ejemplo, ¿cómo se soluciona la inseguridad según Milei? Haciendo justicia por mano propia, comprándote un arma y matando al delincuente, es decir, que el único obstáculo que tiene la sociedad argentina y por ende cualquier sociedad en el mundo, para resolver la inseguridad es que el Estado no te permite comprar armas; Ergo cuando Milei hipotéticamente sea presidente y te permita comprarte un arma los delincuentes dejaran de delinquir por miedo a la muerte. Con estos razonamientos tan básicos, incluso que rozan la estupidez, darle la presidencia a Javier Milei es como darle una navaja a un mono.
Las ridiculeces que dice en televisión no son “canceladas” o mal vistas porque están en el seno del sentido común argentino. Se pueden dilucidar de frases que todos hemos escuchado en algún momento de nuestras vidas, como “hay que matarlos a todos”, “hay que poner una bomba y …”, “a los ladrones hay que lincharlos”. Milei es un rejunte de sentido común argentino y es por eso mismo que cae bien a algunos sectores.
Esta semana se dio una nueva masacre en Estados Unidos, 19 niños y dos maestras muertos. Este país lleva en lo que va del año más de 200 tiroteos en la sociedad civil. Un país que tiene 3 ciudades (Detroit, Baltimore y Memphis) en el top 20 de ciudades con índice de criminalidad más alta en el mundo.
La lógica del “rey” se desmonta en una simple búsqueda de Google, el país con más armas per cápita del mundo tiene, no solo los índices de criminalidad más altos de cualquier país primermundista, sino que también tenemos que agregarle las masacres realizadas por personas comunes y normales que gracias a la libre venta de armas tienen acceso a las mimas.