La familia de Lara Arreguiz, la joven de 22 de años que murió por coronavirus en Santa Fe tras estar acostada en el piso de un hospital esperando por una cama -evidenciando el colapso del sistema sanitario y conmocionando al país con una desgarradora foto- presentó un escrito para constituirse como querellante en la causa que se abrió para investigar si hubo alguna negligencia en su deceso.
Según informó Aire de Santa Fe, el mismo fue presentado por medio de sus abogados particulares, Diego Lorefice y María Guillermina Gómez, quienes solicitaron tener acceso a las actuaciones que fueron dispuestas por el fiscal del caso, Estanislao Giavedoni, que se encuentra a cargo de los casos vinculados a la violación de medidas sanitarias dispuestas por un gobierno.
La vinculación de la familia de Lara con el caso (representada por sus padres Claudia Sánchez y Teodoro Arreguiz) comenzó cuando ambos presentaron una denuncia contra el personal de la salud que intervino en la asistencia de la joven. Dicha denuncia fue presentada inicialmente en la Fiscalía de Homicidios y fue por “abandono de persona y homicidio con dolo eventual”.
En un principio intervino el fiscal Andrés Marchi que ordenó una serie de medidas, entre ellas, entrevistas, secuestros de históricas clínicas y registros fílmicos. Sin embargo, semanas después, el legajo judicial pasó a manos del fiscal Giavedoni, el cual se encuentra a cargo en la actualidad de la causa.
La imagen que conmovió al país
De las entrevistas realizadas, sobresale la que dio una testigo que fue convocada por la familia de Lara, la cual fue atendida en el viejo Hospital Iturraspe en el momento en que Lara se encontraba tirada en el suelo y cuya secuencia fue registrada en una foto que recorrió el país.
Como no era atendida y se sentía mal, Lara decidió acostarse en el piso del pasillo del hospital. Una mujer que estaba esperando le prestó su campera para taparla. Su madre, indignada, tomó una foto para mostrar lo que estaba pasando.
Esa testigo, argumentan desde la querella, pudo aportar datos claves para la investigación, ya que habría escuchado el momento en que un empleado de la seguridad le negó a la madre de Lara poder acostar a su hija en una camilla pese a que la chica se había descompensado y se encontraba tirada en el suelo.
Otro de los testimonios a los que apunta la querella es la declaración de un paciente que estuvo en el protomédico de Recreo y que habría también presenciado el momento en que la mamá de Lara fue maltratada por personal de salud de ese efector.
La joven de 22 años, que estudiaba veterinaria en la ciudad de Esperanza, falleció el 21 de mayo luego de haber sido asistida en tres centros médicos de la región. Primero fue atendida en Recreo, posteriormente pasó por el viejo Iturraspe y luego fue derivada al nuevo.
Por ese derrotero hospitalario, la familia de Lara impulsa una causa judicial tras denunciar que existió abandono de persona por parte del personal de la salud y seguridad de los distintos efectores en los que estuvo.
Fuente: Aire de Santa Fe