Una vez mas las cámaras de seguridad captaron el accionar de un ladrón que azota a un sólo comercio de Pueblo Esther, una pequeña localidad ubicada a 20 kilómetros de Rosario. Se trata de Emo, un can, quien seguramente sabe que su familia pagará por la mercadería robada, para que no tenga problemas con la ley.
El local, es un almacén de pueblo, que capta -casi diariamente- el accionar delictivo de “Emo”, un perro del vecindario que roba alimentos y se escapa a comerlos en la plaza del pueblo.
Mari, la almacenera de Pueblo Esther, contó que la mascota entra y se lleva “panes de hamburguesas, jugos” y que después “el dueño viene y paga lo que consume Emo”. Suele llevarse los alimentos “robados” a la plaza del pueblo para comerlos en un improvisado pic-nic.
Emo, el perro raza boyero de Berna que ya causa sensación en Pueblo Esther, todos los días aprovecha el momento en que su dueño, Juan, abre la puerta del frente de la casa, para salir y cruzarse al almacén de Mari. Ahí toma lo que quiere con su enorme bocota y se lo lleva a la esquina o a la plaza para comer o beber tranquilo. Y hasta tiene cuenta corriente.
Mari, dueña del almacén, contó que Emo “se lleva pan lactal, packs de panes de hamburguesas, jugos; lo que tiene ganas” y agregó “cuando Juan, el dueño, sale de la casa y deja la puerta abierta, Emo se viene para el local y se lleva lo que quiere comer”.
Lo curioso es que Emo consume tanto en la granjita que ya tiene cuenta corriente: “Al rato viene Juan a pagar lo que Emo consumió”, dijo Mari. Y apuntó entre risas que “a veces la cuenta es bastante abultada”.
“Hasta suele sacar bolsas de un kilo y medio de alimento y se las lleva”, describió la almacenera de Pueblo Esther. “Se porta muy bien, aunque es bastante atrevido”, comentó.
La almacenera, actualizó la lista de delitos del can Emo y finalizó diciendo que “ayer se llevó panes de hamburguesas y un jugo, se fue a tomarlo a la plaza”.