La historia corresponde a una investigación realizada por el diario Crónica, que comienza en septiembre del año pasado cuando tomaron conocimiento de una pesadilla familiar.
Una familia que se había mudado a un departamento en la CABA, estaba evaluando abandonar el lugar por supuestos fenómenos paranormales.
Producto del aislamiento social obligatorio que trajo la pandemia, el medio llegó a cubrir la historia cuando las personas ya habían abandonado la casa y el departamento estaba al cuidado de un tal Héctor.
Precisamente, aquel hombre fue quien abrió la puerta y brindó precisiones de la sorprendente historia.
La muñeca
Los hechos comenzaron a principios del 2020 cuando un grupo de obreros trabajaba en el hogar familiar.
Dos de ellos, Abel y Carlos, realizaban la reparación de una pared y encontraron arriba de un armario una muñeca plástica dentro de una bolsa.
Como los dueños de la casa tienen una hija, pensaron que el juguete le pertenecía y la volvieron a colocar en el techo del mueble.
Entonces llegó la cuarentena y todos los fines de semana los González, nombre ficticio porque la familia no quiso ser mencionada por el medio, pasaban por el lugar a mirar los avances y a limpiar.
Fue en una de esas limpiezas que vieron a la muñeca y la hija de la familia la adoptó como su nuevo juguete.
Ahí comenzaron los problemas.
Sucesos aterradores
Poco tiempo después vino la mudanza. Era la primera casa propia, así que todo se vivía con alegría.
La muñeca maldita pasó a ocupar un lugar destacado en la habitación de la menor y cada vez que la madre la sacaba de la cama, al otro día el juguete volvía a aparecer sobre ella.
Los padres se impresionaron cuando notaron que la nena de 7 años mantenía conversaciones con la muñeca.
Era más que una típica relación con un amigo imaginario, charlaban en serio.
Un día, la hija de los González apareció con el pelo corto. Se lo había cortado con unas tijeras de la madre. La pequeña culpó a la muñeca por lo que había pasado.
En esos días también ocurre otro acontecimiento inexplicable, la familia ve una enorme sombra negra suspendida en uno de los vértices de su dormitorio.
Más pronto que tarde la alegría del nuevo hogar se transformó en algo parecido al miedo.
¿Qué está pasando?
Los extraños hechos fueron empujando a la familia a una medida desesperada: decidieron dejar el lugar.
Los González volvieron a la casa de los abuelos paternos mientras intentaban explicar los extraños sucesos.
Primero llevaron a un cura y un sanador. Cada uno intentó por sus medios solucionar el problema, pero ninguno dio en el clavo.
Con técnicas de medición de campos electromagnéticos, Crónica pudo corroborar que en el lugar existe algún tipo de “energía” que interactúa con los aparatos.
En las grabaciones de video quedó registrado cómo la muñeca cae al suelo mientras filmaban el reportaje.
La acción fue presenciada por un escéptico del tema que hasta el día de hoy no puede explicar cómo sucedió.
Por el momento, la muñeca o lo que sea que habita el lugar logró su objetivo: pasar sus días sola, sin ser molestada por extraños, exorcistas o curanderos.
La familia trata de no ir al lugar y prefiere no hablar del tema.
Los González se cansaron de ir cada vez que se dispara la alarma, saben perfectamente lo que ocurre en el lugar y entienden que por el momento no tienen una solución. // LaCuarta.com