En el escenario político actual, el rechazo al proyecto de ley ómnibus se intensifica con la participación de diez diputados pertenecientes al bloque de Miguel Pichetto, sumándose así a la oposición del peronismo y la izquierda. Con este panorama, son los radicales quienes podrían definir el destino de la legislación.
La nueva versión de la ley ómnibus enfrenta obstáculos significativos, particularmente en lo que respecta al capítulo de facultades delegadas, considerado el corazón del proyecto. Este capítulo, que otorga al Presidente poderes para intervenir en aspectos críticos de la administración pública, enfrenta un rechazo que podría poner en riesgo su aprobación.
Según información obtenida por diversos medios, incluyendo fuentes del Congreso consultadas por este medio, la incertidumbre rodea especialmente el destino del capítulo de facultades delegadas. El rechazo de sectores peronistas, de izquierda, así como de diez diputados del bloque de Pichetto, se une a la posibilidad de un número suficiente de manos radicales para que la negativa alcance los 130 votos.
El bloque radical, con posturas divergentes, se convierte en un actor clave en esta coyuntura política. Mientras algunos diputados, alineados con Facundo Manes y el sector de Evolución, muestran disposición al rechazo, otros, catalogados como “dialoguistas”, podrían también sumarse al rechazo si no se atienden sus demandas por parte del Gobierno.
Las facultades delegadas, si bien imponen ciertas limitaciones a las aspiraciones originales, otorgan al Presidente la capacidad de intervenir en áreas sensibles de la administración pública. Este punto ha sido objeto de atención y debate en los pasillos del Congreso, ya que un rechazo contundente podría significar un revés para el oficialismo.
A pesar de que se estimaba una oposición conformada por 126 legisladores, integrando distintas fuerzas políticas, recientes informaciones indican que el número de votos en contra podría ascender a 130, con la posible participación de hasta catorce diputados radicales en contra del proyecto.
“Para la votación en general, el gobierno puede sacar 144 votos pero en algunos artículos puede que haya algunos votos que no estén“, reconoció una fuente consultada por este medio, subrayando la complejidad del escenario político en el Congreso.
En este contexto, la incertidumbre prevalece en el Congreso, donde la balanza se inclina hacia el rechazo del capítulo de facultades delegadas, y los radicales emergen como actores decisivos en la definición del destino de la ley ómnibus.