En este artículo intentaremos recordar cómo devino el golpe y cómo hemos desembocado en la participación de la Argentina en el escándalo internacional del viernes pasado.
La polémica con la reelección de Evo Morales, sobre su posible cuarto mandato, comenzó cuando (imposibilitado de poder volver a presentarse por ley constitucional) decidió hacer un referéndum para consultar con la población si deseaban otro mandato más del líder. El referéndum lo perdió por un 2% luego de una campaña mediática dirigida a desprestigiar la figura de Evo, implantaron en la población la falsa noticia que el presidente tenía un hijo no reconocido con otra mujer. Polémica que dentro de una sociedad fuertemente religiosa tuvo grandes repercusiones negativas.
Lejos de reconocer la derrota y sabiendo que detrás suyo no existía un líder político con la suficiente capacidad para remplazarlo. Evo decidió apelar al tribunal constitucional para cambiar 4 artículos de la constitución, acción que le permitiría presentarse nuevamente.
Las elecciones de 2019 las cuales gana Evo por un amplio margen. Faltando un 17% del escrutinio el entonces presidente ganaba por 7 puntos. Es en este punto en el que todo colapsa, se frena el conteo de votos y luego al retomarlo Evo obtiene la victoria por 11 puntos, impidiendo el balotaje.
Ese 17% restante era en su gran mayoría de zonas rurales donde el partido de Evo es más fuerte, son los lugares de mayor dificultad para transportar los votos debido a la precaria infraestructura y el terreno montañoso.
La oposición integrada por el sector tradicional extractivita de recursos naturales sin valor agregado. Viendo venir otros 4 años en los que no tienen el poder político comenzó a denunciar fraude que desato un conflicto social pocas veces visto en Bolivia. Miles de heridos y protestas en todo el país.
La oposición acusadora de fraude electoral no permitió la mediación de la OEA, ni el recuento de votos, quemaron las urnas y edificios donde se alojaban las posibilidades de recuento. Solo aceptarían la renuncia de Evo Morales, se lo sugirieron públicamente las fuerzas armadas, Camacho y la policía civil.
Distinto a los golpes del siglo XX, fue la policía civil y no los militares los que se rebelaron contra el Estado. Conjunto a las protestas y levantamientos se persiguieron a los dirigentes del MAS, dejando a Evo con la única posibilidad del exilio.
Es en este punto tristemente se unen las historias de nuestros países. Se revela una carta de parte del Comandante General de la Fuerza Aérea boliviana agradeciéndole a nuestro embajador argentino el envío de material bélico. La única interpretación del fin de esta acción es la intención de que se perpetúe en el poder la organización golpista.
Más allá de las múltiples interpretaciones sobre el caso Boliviano, es indudable la falta de compromiso que ha tenido Cambiemos con el orden institucional y soberanía nacional de Bolivia. Es curioso como los abanderados del republicanismo, las instituciones y el respeto a la ley, proveen material bélico al conflicto social de un país vecino.