Una investigación que comenzó hace dos años tenía datos de que podía haber argentinos en distintas partes del país manteniendo vínculos activos con grupos islamitas radicalizados.
Los allanamientos realizados en la localidad de Venado Tuerto (Santa Fe), Córdoba, Lanús y Dock Sud permitieron secuestrar documentación y material gráfico que permite determinar el vínculo de estos detenidos con grupos islámicos radicalizados.
En el año 2019 el Ministerio de Seguridad de la Nación tuvo acceso a un informe reservado que señalaba sobre la posibilidad de la existencia de simpatizantes de grupos terroristas en la República Argentina. Los integrantes de la red se comunicaban mediante la red Telegram y allí se producía el intercambio de información sobre cómo elaborar explosivos, incluso hasta con tutoriales explicativos.
La investigación avanzó lento primero hasta que se pudo dar con el primero de los nexos y desde allí comenzaron a perseguir hasta dar, esta semana, con el resto de los involucrados y se desplegaron los operativos por parte de la Policía Federal en las cuatro localidades.
En total fueron ocho las viviendas allanadas en las que se pudo secuestrar material gráfico y tecnológico relacionado con la organización y ahora se esperan las pericias de esos elementos para determinar el grado de involucramiento que había de estas células.
La investigación continuó y se descubrió además que los integrantes de esa red tenían activa participación en otras redes sociales y que, además, estaban vinculados no solo con una organización radical islámica de alguna manera ligada a ISIS, sino que también pudieron confirmar que tenían entre ellos un grupo de comunicación.
Los investigadores detectaron, por otra parte, que algunas de esas personas habían traducido noticias y propaganda de la organización. También se logró la identificación de diálogos con usuarios partidarios de ese grupo terrorista en América latina, Estados Unidos y Europa.
Los allanamientos
Los allanamientos realizados por la Policía Federal Argentina, a través de la Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) dieron como resultado el secuestro de celulares, dispositivos para el almacenamiento, computadoras, libros y periódicos de difusión ideológica de grupos fundamentalistas islámicos en la ciudad de Lanús.
En la capital cordobesa, en tanto, se demoró a una persona quien, de forma voluntaria, reveló que poseía instructivos para armar artefactos explosivos.
En tanto en Dock Sud, en el partido de Avellaneda, se hallaron libros de grupos radicalizados y recortes periodísticos de atentados en varios países.
Una alta fuente policial de la Unidad Operativa Federal Venado Tuerto señaló que los procedimientos se realizaron el pasado 29 de abril desde las primeras horas del día.
Según la misma fuente, una persona quedó demorada en su propio domicilio y se le secuestraron tres teléfonos celulares, un chip, un pendrive, un adaptador de red inalámbrico y documentación de interés para la causa.
Si bien la investigación sigue su curso, la causa -a cargo del juez Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 10, Fabián Ercolini- aún no tiene detenidos. Sin embargo, trascendió que uno de los sospechosos cuya viviendas fue allanada ya había sido procesado en otra causa similar e incluso estuvo detenido por el hallazgo en su poder de publicaciones sobre un posible atentado con un camión en una marcha del orgullo LGTB en la Ciudad de Buenos Aires.