En los últimos días volvió a cobrar fuerza entre productores ganaderos la necesidad de organizar un nuevo paro en protesta contra las restricciones a las exportaciones de carne vacuna. Así lo hicieron saber agrupaciones de autoconvocados en diversos grupos de Whats App y en redes sociales.
El tema es que entre los directivos de la Mesa de Enlace no hay consenso respecto a otra medida de fuerza antes de las PASO del próximo domingo 12 de agosto. Por este motivo vienen manteniendo reuniones con diferentes eslabones de la cadena de valor para insistir con el fin del cepo a la carne.
El dato es que el próximo 31 de agosto vence la medida que dispuso disminuir al 50% los envíos al exterior. En Casa Rosada descuentan que se extenderá hasta fin de año para garantizar que los precios no vuelvan a aumentar con vistas a las Generales de noviembre y a Navidad y Año Nuevo.
La idea de las cuatro entidades rurales es agotar la instancia de pedidos y reclamos públicos para volver a abrir las exportaciones de carne. Algunos anticipan que el Gobierno podría iniciar una apertura gradual que finalizaría recién en el primer trimestre de 2022.
En mayo pasado la Mesa de Enlace concretó un paro que consistió en un cese de comercialización de hacienda durante 14 días. El 9 de julio, en tanto, los autoconvocados protestaron en San Nicolás. El precio de las distintas categorías ganaderas cayó, en promedio, un 15% desde las restricciones.
Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales (CRA), dijo que “la idea es que el Gobierno escuche el reclamo de toda la cadena y tome medidas tendientes a liberar las exportaciones“. En la misma línea se manifestó el titular interino de Coninagro, Elbio Laucirica.
En la Mesa de Carnes, creada a fines de 2015, hay fuertes internas dado que algunos dirigentes acusan a su presidente, Dardo Chiesa, de tener una “actitud pasiva” frente al Gobierno. Esto derivó en la renuncia de Víctor Tonelli, un reconocido y respetado asesor técnico de dicha entidad.
Un informe de la Sociedad Rural (SRA) publicado a fines de julio pasado indicó que las exportaciones de carne cayeron un 45% en junio respecto a mayo y que las pérdidas, sólo en concepto de impuestos, superaron los 108 millones de dólares (el Estado cobra un 9% de retenciones).
La semana pasada, el Consejo Agroindustrial, que nuclea a 64 entidades y cámaras del sector, solicitó que se abran las exportaciones de carne. “Este tipo de medidas no contribuye a promover más producción, ni a crear empleo, ni a favorecer a los consumidores“, apuntaron.
“Las exportaciones de carne sin restricciones generan empleo y defienden las fuentes actuales de trabajo, así como permiten atender las demandas del mercado interno”, señaló el Consejo Agroindustria que, a su vez, pidió que se trate su proyecto de Ley para aumentar la producción.
Luego de este pedido, el Gobierno decidió abrir una cuota de exportaciones por un total de 3500 toneladas de carne kosher para atender las necesidades de Israel, que en mayo había advertido con buscar otros mercados/vendedores para satisfacer su demanda interna.