Si bien desde la conducción de Juntos por el Cambio están pidiendo moderación en el contenido de la interna que arrancó encendida fuego entre Diego Santilli y Facunto Manes, los actores principales parecen hacer oídos sordos y están dispuestos a jugarse todas las fichas en esta contienda, sin importar los daños que puedan generarse puertas adentro de cara a las generales.
El neurocientífico volvió a cargar contra el gobierno anterior y aseguró que “la oposición no puede decir que no pasó nada entre 2015 y 2019”.
Lo que propone Manes es “revisar lo que pasó, tomar lo bueno, mejorar lo malo y hacer un salto cualitativo” porque de otra manera “no se le va a poder ganar al kirchnerismo”.
Manes intenta despegar al radicalismo de la mala imagen con la que quedó el gobierno de Mauricio Macri y su estrategia parece estar ligada a culpar al PRO de todas las decisiones tomadas, fundamentalmente desde lo económico e intentar que la gente se olvide que el radicalismo también fue parte de la coalición gobernante.
El hombre que busca devolverle la vida al radicalismo dijo que fue “víctima de ataques feroces” en las últimas semanas.
Sobre los golpes aportados por Elisa Carrió en los últimos días dijo que “el 13 de junio ella felicitaba a la UCR por convocarme y luego cambió de opinión”.
Finalmente Manes reconoció que tuvo un contacto con Mauricio Macri (exiliado en Europa) que lo llamó para felicitarlo pero, como vienen haciendo varios dirigentes de Juntos por el Cambio, negó cualquier tipo de vínculo con el ex presidente. Aparecer pegado a Macri pareciera ser mala palabra en la previa a las elecciones.