El Gobierno argentino ha comprometido ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) incrementos sustanciales en las tarifas de servicios públicos a partir de febrero, como parte de su estrategia para lograr el equilibrio fiscal y reducir los subsidios energéticos en 0,5 puntos del PBI durante el año 2024.
Según el staff report correspondiente a la séptima revisión del programa argentino, aprobado por el Directorio del FMI, se espera que los aumentos sean superiores al 200% en las boletas de luz y al 150% en las de gas. Además, se establecerá un esquema de actualizaciones mensuales. Estas medidas forman parte de la consolidación del gasto, con un ajuste previsto del 3% del PBI.
La información revela que el Gobierno tiene la intención de eliminar el cepo este año y evitar un atraso cambiario. Además, se destacan los aumentos continuos en el transporte urbano, excluyendo a aquellos que reciben asistencia social, con un recorte previsto en subvenciones de 0,2 puntos del PBI.
En relación con las tarifas de energía, se contempla una posible postergación de las subas del gas para mitigar el impacto en la inflación, priorizando las actualizaciones en las tarifas eléctricas. Se espera la implementación de una nueva canasta básica energética para reemplazar la actual segmentación de subsidios, donde el Estado subsidiará el excedente si una familia gasta más del 10% de sus ingresos en pagar las facturas de luz y gas. Este enfoque diferenciado considerará los distintos patrones de consumo en las diversas regiones geográficas de Argentina.