En medio de la agitación causada por la reciente devaluación, se proyecta que el costo de vida en Argentina alcance cifras de dos dígitos durante el mes de agosto, marcando su punto más alto en dos décadas. Las principales consultoras privadas han emitido sus pronósticos, anticipando un escenario desafiante. Los resultados oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) no serán revelados hasta el 13 de septiembre.
Según la firma Econviews, la inflación se situará en un 12% al cerrar el octavo mes del año, una tendencia que podría persistir en septiembre. Los analistas de la consultora señalan que la estrategia económica actual tiene implicaciones inflacionarias significativas para la próxima administración. Plantean la posibilidad de que la inflación alcance un solo dígito en octubre, suponiendo que el Gobierno logre mantener el tipo de cambio en 350 pesos por dos meses.
En concordancia, Eco Go, otra consultora de renombre, estima que los costos de vida en agosto superarán el pronóstico previo a las elecciones primarias, ubicándose por encima del 11%. Esto se atribuye a eventos recientes, como la subida en los precios de los combustibles y del ganado.
La variación de precios en alimentos durante la cuarta semana de agosto, medida por Eco Go a través del seguimiento de 10,000 precios en supermercados, alcanzó un 5.8%. Proyectando una variación del 2.5% en la última semana del mes, se espera que la inflación acumulada mensual llegue al 13%. Además, se prevé que la inflación en alimentos consumidos fuera del hogar alcance un 12.7%.
Dado el peso significativo de los alimentos en la inflación general, las estimaciones de Eco Go para el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto se sitúan en un 11.6%, lo que representa un aumento de más de 5 puntos en comparación con los datos de julio (6.3%).
Los incrementos en los precios de los alimentos durante agosto fueron generalizados, pero las mayores alzas se observaron en las carnes, con un aumento del 16.9% en el mes, especialmente en la carne vacuna (21.4%), así como en los productos panificados (11.2%). Por otro lado, las frutas y verduras, afectadas adicionalmente por condiciones climáticas adversas, experimentaron aumentos del 15.1% y 6.9% respectivamente.
En la medición de la consultora LCG, que rastrea precios en línea de 8,000 productos en supermercados, los alimentos registraron un incremento promedio del 2.3% en la cuarta semana de agosto, lo que supone una desaceleración en comparación con la semana anterior.
Con base en estos datos, el índice de alimentos y bebidas presenta una inflación promedio del 9.4% en las últimas cuatro semanas, y un aumento del 10% en el mismo período.
Luego de ocho semanas, la categoría “carnes” retoma su posición como principal contribuyente a la inflación mensual (2.7 puntos), junto con los productos panificados, explicando aproximadamente un tercio del aumento promedio, según la consultora liderada por el economista Guido Lorenzo.
Otros seguimientos de precios, como el IPC Online de Bahía Blanca, indican cifras aún más altas para la evolución de los precios de los alimentos, con un aumento mensual del 19% hasta la última semana relevada.
Esta aceleración en los precios de la canasta básica siguió a la devaluación del 22% ocurrida el 14 de agosto, cuando los principales actores del mercado ajustaron sus precios para mantener su rentabilidad. En respuesta a esta escalada, el Gobierno anunció un nuevo acuerdo de precios con las principales empresas, que contempla aumentos del 5% mensual durante 90 días.