A pesar del llamado reciente del presidente Alberto Fernández exhortando a los gobernadores a asumir el compromiso financiero de otorgar el bono a cuenta de paritarias, un número creciente de provincias ha confirmado en las últimas horas su negativa a pagar esta suma fija. La cifra total asciende a 14 provincias que se mantienen firmes en su postura de priorizar las negociaciones paritarias en curso con los sindicatos de empleados públicos.
Recientemente, las provincias de San Juan y Chaco, ambas gobernadas por el peronismo, se sumaron a las doce jurisdicciones restantes que ya habían manifestado su rechazo al bono de $60,000 en dos cuotas anunciado por el ministro de Economía y candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa. Este bono buscaba mitigar los efectos de la devaluación posterior a las elecciones primarias.
Esta postura es compartida por la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Santa Fe, Misiones, Córdoba, Jujuy, Entre Ríos, La Pampa, Neuquén, Catamarca, Tucumán, Salta y Santa Cruz.
Hasta el momento, solo cuatro provincias han confirmado el pago del bono: Mendoza, La Rioja, Santiago del Estero y Chubut. Las seis restantes se encuentran en proceso de decisión.
Las razones dadas por Chaco y San Juan para rechazar el bono son similares a las argumentadas por las demás provincias. El ministro de Gobierno de Chaco, Juan Chapo, indicó que “se tomaron decisiones (para enfrentar el aumento inflacionario) antes de los anuncios (de Massa). Esas decisiones fueron definidas con los mismos sindicatos del sector público”.
Contrariamente, Chubut es la provincia más reciente en sumarse al pago del bono recomendado por el Gobierno Nacional. El gobernador Mariano Arcioni decidió “respaldar las medidas de Massa, que implican dos pagos de $30,000 en septiembre y octubre”, según afirmó el ministro de Economía, Oscar Antonena.
Aunque muchos gobernadores consideran que sus paritarias ya están siguiendo de cerca la inflación y mejorando el poder adquisitivo de los empleados estatales, el presidente Alberto Fernández enfatizó el miércoles la importancia de abonar el bono adicional de $60,000 a aquellos que ganen menos de $400,000 netos al mes.
Pese a esto, es poco probable que los gobernadores cambien de opinión tras el pronunciamiento del presidente. La solución probablemente implicaría una negociación entre el Gobierno Nacional y las provincias que incluya algún tipo de financiamiento, ya que las provincias alegan que no cuentan con los recursos para sumar el bono a los aumentos salariales ya pactados en las paritarias.
No obstante, el Gobierno Nacional parece optar por respetar la autonomía de las provincias y no forzarlas a pagar el bono. Sergio Massa parece sostener la postura de que, en última instancia, cada gobernador que rechaza la medida debe asumir el costo político de esa elección.