La caída de la recaudación de febrero en los tributos nacionales, atados al nivel de actividad económica, ha encendido las alarmas en el Ministerio de Economía y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Según cálculos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la recaudación tributaria nacional en el primer bimestre habría disminuido un 7% interanual real. Al excluir los tributos vinculados al comercio exterior, descendería un 17% en términos reales, con el impuesto PAÍS como tributo estrella.
Para revertir esta situación, la AFIP ha decidido intensificar las acciones de fiscalización y control. Esto incluye el envío de intimaciones a empresas y personas físicas para justificar diferencias en liquidaciones impositivas o para presentar declaraciones juradas.
Sebastián Domínguez, CEO de SDC Asesores Tributarios, ha alertado sobre esta situación, indicando que la AFIP está cruzando créditos fiscales declarados en las DDJJ de IVA durante 2023 con comprobantes electrónicos emitidos por proveedores. Esto ha resultado en requerimientos por diferencias que pueden generar cargos administrativos adicionales.
En respuesta a estos requerimientos, la AFIP está otorgando diez días hábiles administrativos para acreditar el correcto cómputo del crédito fiscal declarado o para rectificar, si corresponde, las Declaraciones Juradas del IVA y los Libros de IVA Digital.
Sin embargo, surge un problema logístico para las empresas, ya que la “acreditación” requerida implica presentaciones digitales, lo que conlleva la necesidad de escanear y adjuntar toda la documentación pertinente. Esto representa una carga administrativa difícil de absorber, especialmente para empresas con un alto volumen de comprobantes no electrónicos, como liquidaciones de tarjetas de crédito, débito y compras.
Ante esta situación, Domínguez recomienda contestar el requerimiento detallando todos los comprobantes no electrónicos que generan crédito fiscal y manifestar que los originales están disponibles en el domicilio.
La intensificación de las acciones de fiscalización por parte de la AFIP busca recuperar ingresos vitales para cumplir con la meta de déficit cero, pero plantea desafíos significativos para las empresas en términos de carga administrativa y logística.