El Foro Económico Mundial (WEF) ha publicado el informe “El futuro del trabajo”, en el que se pronostican grandes cambios en el mundo laboral en los próximos cinco años. Según el informe, casi una cuarta parte de los puestos de trabajo a nivel mundial (23%) cambiará en los próximos cinco años. Además, se prevé la creación de 69 millones de nuevos puestos de trabajo y la supresión de 83 millones, lo que supone una disminución neta de 14 millones de empleos, es decir, el 2% del empleo actual, en 45 economías que abarcan 673 millones de trabajadores.
El informe destaca que la inteligencia artificial (IA) y la transición hacia una economía verde serán las principales fuerzas disruptivas que operarán sobre el mercado de empleo. Si bien se teme que la IA pueda destruir algunos trabajos, también creará nuevos roles laborales hasta ahora inexistentes. El WEF sostiene que la tecnología tendrá un impacto positivo neto en el empleo en general durante los próximos cinco años, aunque se prevé una pérdida de puestos de trabajo en la administración y en los sectores tradicionales de seguridad, fábrica y comercio.
El informe indica que la digitalización y la automatización impulsarán la disminución de las funciones administrativas. A pesar de ello, el informe del WEF constata que las empresas no ven los cambios tecnológicos como algo negativo en general para el empleo. Según las empresas encuestadas, el impacto de la mayoría de las tecnologías en el empleo será positivo en términos netos en los próximos cinco años. Las tecnologías de macrodatos, la gestión del cambio climático y el medio ambiente, y la encriptación y la ciberseguridad serán los principales motores del crecimiento del empleo.
El informe concluye que algunos de los sectores que podrían ver impulsada la creación de empleo vinculada a la tecnología son la educación, la agricultura y la sanidad. En última instancia, la adopción de la tecnología y la transformación digital simplemente cambian las habilidades necesarias en el lugar de trabajo. En los últimos años, se ha pasado de centrarse principalmente en la adquisición de nuevas competencias mediante la contratación de más personas, a la movilidad interna y la mejora de las capacidades de los empleados actuales.