En medio del calendario electoral en curso y las estrategias implementadas por el Gobierno para hacer frente a las presiones cambiarias y la disminución de las reservas, surge un debate sobre la herencia que recibirá la próxima administración en este ámbito.
Los analistas del mercado y los economistas de la oposición están examinando detenidamente las intervenciones del Banco Central en los mercados cambiarios, tanto oficiales como financieros y de futuros, así como el aumento de la deuda comercial acumulada, estimada en 12.000 millones de dólares desde principios del año pasado.
En este contexto, se ha difundido un informe en varios despachos oficiales que analiza la escasez de divisas que se enfrentará hasta finales de este año y describe las proyecciones principales sobre la disponibilidad de dólares para el próximo año. Este informe, considerado una respuesta a las críticas por las recientes medidas para extender los plazos de pago de importaciones en diferentes sectores, como el automotriz y el petrolero, advierte que, a diferencia de la falta de dólares que ha afectado a la actual gestión económica, el próximo gobierno podría contar con un flujo de divisas incluso mayor que el del año pasado.
Según los cálculos de los funcionarios, la nueva administración podría disponer de hasta casi 17.000 millones de dólares, una cifra que ha estado ausente este año, para atender las diversas necesidades pendientes en el contexto actual, incluso sin implementar reformas.
“En 2024, una vez superada una de las peores sequías de la historia y respaldada por cambios estructurales en los sectores de energía y minería, se espera que la economía regrese a un saldo comercial de bienes que oscilará entre 13.900 y 16.800 millones de dólares, una cifra superior al saldo registrado en 2022”, afirma el informe oficial, que también estima un crecimiento económico del 2% para el próximo año. Esta cifra contrasta con la mayoría de las estimaciones privadas, que predicen que la recesión que se avecina se extenderá hasta 2024.
En cualquier caso, este menor ritmo de actividad económica podría resultar en una mayor disponibilidad de dólares provenientes de la futura cosecha, ya que la demanda de divisas para la producción se desaceleraría. Esta situación, admite el informe del equipo económico, proporciona un alivio marginal.
“Dado el impacto significativo de la sequía, es de esperar que haya un efecto importante en la balanza comercial de bienes de Argentina en 2023. Sin embargo, la traducción no es lineal, ya que existen algunos elementos que compensarían, aunque parcialmente, lo ocurrido en el sector agrícola. En primer lugar, la sequía tiene impactos directos e indirectos significativos en la actividad económica, que es el principal determinante de las importaciones de bienes en general, no solo las relacionadas estrictamente con la producción agrícola”, explica el informe. Este impacto transitorio se revertirá el próximo año, ya que todas las previsiones indican que la sequía ha llegado a su fin y se esperan ingresos de una cosecha “normal”.
Pero las estimaciones de los funcionarios van más allá y señalan fuentes adicionales de dólares que estarán disponibles el próximo año para pagar compromisos y fortalecer las reservas. Estas son:
- Energía: La puesta en marcha del Gasoducto Néstor Kirchner a mediados de junio permitiría reemplazar las importaciones de gas, lo que se reflejaría en una reducción significativa del déficit comercial energético en comparación con los 4.359 millones de dólares registrados en 2022. En 2024, Argentina podría reducir al menos a la mitad las compras externas de combustibles. Además de esta sustitución de importaciones, se espera un aumento en las exportaciones de hidrocarburos de Vaca Muerta.
- Minería: Las exportaciones mineras alcanzaron los 3.673 millones de dólares el año pasado, la cifra más alta desde 2012, impulsadas principalmente por el litio. Según las proyecciones de la Secretaría dee Energía, debido a los proyectos de litio actualmente en producción, se espera que los volúmenes exportados de litio aumenten un 40% anual tanto en 2023 como en 2024. Con este crecimiento, las exportaciones mineras totales podrían alcanzar los 5.700 millones de dólares en 2024.