El Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) en Argentina ha sufrido una nueva caída, alcanzando niveles críticos que evidencian la pérdida sostenida del poder adquisitivo. Según datos recientes, el SMVM de diciembre se situó en $156.000, frente a una inflación del 25,5%, proyectando cifras similares para enero, según consultoras privadas.
El gobierno, a pesar de las promesas iniciales, ha postergado la convocatoria del Consejo del Salario para discutir un nuevo aumento. Esta decisión se da en un contexto de amenaza de un paro general anunciado para el 24 de enero.
El economista Jorge Barreto ha realizado un análisis revelador del poder adquisitivo del salario mínimo, expresado en kilos de pan. Según sus cálculos, en la actualidad, el SMVM permite adquirir apenas 87 kilos de pan, marcando un drástico descenso del 63% en comparación con el año anterior.
Barreto destaca que, históricamente, esta es la menor cantidad de kilos de pan que se pueden comprar en 23 años. En 2006, el salario mínimo alcanzaba para comprar 320 kilos de pan, destacando la considerable caída del poder adquisitivo desde entonces.
El estudio también revela que en los últimos 24 años, el kilo de pan ha aumentado en un asombroso 128,471%, mientras que el salario mínimo ha crecido solo un 77,900%. Esta disparidad resulta en una pérdida del 40% del poder adquisitivo medido en kilos de pan.
Además, Barreto compara el poder adquisitivo del salario respecto al precio de la nafta, destacando que, a comienzos de 2024, el salario permite comprar un 17% más de nafta que en el año 2000.
El deterioro del salario mínimo se evidencia también al compararlo con la canasta básica total, que alcanzó los $495.798 en diciembre, representando un aumento del 225% en el año. Se necesitarían 3,2 salarios mínimos para cubrirla.
Con las perspectivas de inflación superando el 200% para 2024, la recuperación del poder adquisitivo del salario parece incierta en el corto plazo. Este salario mínimo no solo afecta a los empleos formales sino que también impacta indirectamente en los informales y sirve como referencia para planes sociales, como el Potenciar Trabajo, cuyos beneficiarios cobran la mitad del salario mínimo. La situación económica actual plantea desafíos significativos que requieren respuestas urgentes por parte de las autoridades.