En medio del conflicto que enfrenta a los trabajadores pesqueros del sindicato SOMU, cuyo secretario general es Raúl Durdos, y las empresas del sector de la pesca marítima, este lunes el Ministerio de Trabajo de la Nación dictó la conciliación obligatoria y, además, se dispuso una reunión que se realizará en las próximas horas. Pero en el medio, uno de los empresarios más importantes, Fernando Álvarez, presidente de CONARPESA, salió a criticar al gremio, lo que a su vez fue duramente cuestionado por el Secretario de Pesca del SOMU, Angel Juan Navarro.
“Bajo ningún punto de vista vamos a tolerar que le bajen los sueldos a los trabajadores“, dijo Navarro y destacó que “ellos mienten”, recordando que el conflicto viene de marzo cuando “nos íbamos a juntar para hablar sobre la actualización salarial, debido a que nos habían dado un aumento del 30 por ciento y como la inflación fue mayor, estaba previsto que había que hacer una actualización”. Pero dijo que ahí no los llamaron.
El gremialista comentó que “recién en abril nos mandaron un mail para sentarnos a hablar y que, por lo que ellos decían, nos planteaban que iban a bajar los sueldos en un 40 por ciento, por una supuesta baja del precio de referencia, lo que no vamos a permitir”. Y agregó: “aprovecharon la pandemia para tratar de bajar los sueldos”.
Sobre los piquetes en el sur, el secretario de pesca del Somu dijo que “ante esta situación, los compañeros pescadores cortaron los accesos en distintos lugares, aunque hoy por la conciliación obligatoria decidieron levantar por el momento esta medida y mañana iremos a la reunión, pero bajo ningún punto de vista vamos a acompañar que se bajen los sueldos”.
Antes de la conciliación, empresarios pesqueros, agrupados en la Cámara de Armadores Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA.), el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP) emitieron un comunicado en donde “repudiaron” el paro del SOMU e instaron a retomar el diálogo para buscar una salida viable.
“La respuesta a la situación del langostino debe ser más diálogo, una mayor responsabilidad y compromiso, y no actitudes que intentan promover el caos social, desabastecimiento y alimento que se desperdicia. Ya se bloquearon 34 camiones, 500.000 kilos de langostino que debieron tirarse a la basura”, afirmaron las empresas. En SOMU la explicación es otra: “aprovechan la pandemia para bajar los sueldos”, y no lo van a aceptar.