InicioPolicialesLa detención del barra de Argentinos Juniors que lideraba una banda de...

La detención del barra de Argentinos Juniors que lideraba una banda de gitanos y se disfrazaba de policía

Tiene tres condenas previas y cambió su identidad para seguir cometiendo delitos, se especializaba en estafas virtuales y “cuentos del tío”. Junto a él fue imputada una mujer como su principal cómplice, otro hombre está bajo la lupa de la justicia por colaborar con la organización. Actuaban en CABA y en Provincia de Buenos Aires. Tenían previsto dar un golpe contra la mafia china para robarles dinero del negocio de las drogas sintéticas y del juego clandestino

Cristian Eduardo Villafañe Molinero tiene 34 años y un largo prontuario delictivo, los investigadores creen que ese es su verdadero nombre ya que tuvo múltiples identidades entre las cuales están: Rodrigo Ezequiel Villafañe y Christian Villafañe Molinero, los cambios no son más que combinaciones de su nombre real con omisiones y modificaciones leves, esto por un tiempo complicó a los investigadores.

Se trata de un delincuente de carrera que alteraba su nombre para despistar a la policía, además llegó a disfrazarse de agente de la Ciudad de Buenos Aires y hasta de obrero de la construcción, todo esto lo hacía con el fin de cometer estafas o robos, sus hechos delictivos eran planificados”, contó uno de los principales detectives del caso.

Agentes policiales de la Dirección de Investigaciones Contra el Crimen Organizado de la Policía Bonaerense iniciaron un seguimiento de Villafañe, fue a partir de una denuncia radicada a principios del mes de septiembre de este año. Una mujer mayor de edad había declarado que mediante un llamado telefónico fue engañada: “Me dijeron que un familiar sufrió un accidente de tránsito y que necesitaba llevarle el dinero urgente para subsanar la situación. Terminé entregando toda la plata que tenía”, contó la mujer en el expediente penal iniciado en la fiscalía 7 de Quilmes a cargo de Ximena Santoro. Lo único que la denunciante tenía para seguirle el rastro al sospechoso era su número de teléfono, lo aportó a la causa.

En la aplicación de Whatsapp el contacto que la estafó cambiaba en forma constante su foto de perfil, en una ocasión utilizó el escudo de la Policía de la Ciudad. El ladrón cometió un error involuntario ya que pensó que no estaba siendo vigilado y en uno de esos cambios de perfil agregó una foto de sí mismo. Se lo veía al frente de la barra de Argentinos Juniors.

La línea telefónica del implicado fue intervenida con aval judicial y durante dos meses los investigadores escucharon las conversaciones de Villafañe. En las escuchas realizadas en tiempo real, notaron que una mujer colaboraba ideando las estafas y los robos: “Ella aportaba datos como horarios, lugares y nombres de posibles víctimas”, agregó un investigador. La implicada fue identificada como Gisela Paola Pérez (34), trabajaba en una constructora conocida como OVERCON S.R.L. De hecho uno de los robos que tenían pensado realizar era en perjuicio de un grupo de obreros, los trabajadores iban a cobrar sus salarios a principios de mes, la banda ideó un plan para interceptar al pagador pero finalmente desistieron de la acción ya que la eventual víctima no había llevado el dinero consigo. La organización delictiva no solo se comunicaba por redes, también utilizaba handys y estaban armados con pistolas y hasta con una ametralladora.

La captura

Tras el seguimiento y las tareas de vigilancia que la policía hizo durante dos meses, los investigadores juntaron información suficiente para convencer a los magistrados de que las órdenes de registro debían ser autorizadas. La fiscal Ximena Santoro le pidió al titular del Juzgado de Garantías 2 de Quilmes Martín Miguel Nolfi que haga lugar a los allanamientos.

Las autoridades judiciales autorizaron dos registros: Uno en CABA y otro en Provincia de Buenos Aires. También ordenaron la captura de Villafañe al tiempo que imputaron a Pérez y a Renzo Ramón Paniagua, este último sigue siendo investigado como posible colaborador.

La detención del principal implicado tuvo lugar en una vivienda de Argerich al 4600, en el barrio de Villa Pueyrredón. El otro allanamiento fue en Almirante Brown.

Como resultado de esos operativos la policía incautó: 4 notebooks, 18 celulares, 21.000 pesos en efectivo, una tarjeta SIM, 3 Pendrives, 2 handys, 185 balas aptas para el disparo (calibre 38), 13 cartuchos de escopeta, dos patentes, una campera de la Policía Judicial y una placa de la Policía Bonaerense.

La mafia china como blanco

Los investigadores pudieron saber que uno de los objetivos de Villafañe y de su banda era robarle a integrantes de la mafia china. Para eso había delineado un golpe comando utilizando ropa de la Policía Judicial y de la Bonaerense. El plan incluía el ingreso violento a un supermercado para hacerse de dinero en efectivo que no era producto de la venta de comestibles.

Según obra en la causa penal, Villafañe y sus cómplices sabían que la mafia china tiene sumas importantes de dinero que provienen de la venta de drogas sintéticas y del juego clandestino. Estos dos puntos eran de vital interés para la banda. Para dar ese “gran golpe” iban a simular un allanamiento.

Estaban a pocas horas de concretar ese hecho, encontramos conversaciones de Whatsapp en donde se detallaban horarios, días y modos para robar, incluso elegían las armas a emplear para el gran atraco”, contó un vocero policial.

Las imputaciones en la causa que se instruye en Quilmes, se iniciaron por estafas reiteradas (consumadas y en tentativa), secuestros virtuales y robos calificados en poblado y en banda.

Ahora se espera que se terminen de abrir todos los dispositivos virtuales ya que la justicia busca saber si hay más integrantes.

Antecedentes

Los delitos de Vilafañe obran en el Registro Nacional de Reincidencia, por medio de sus huellas dactilares la justicia acreditó que falseó su identidad en más de 3 ocasiones.

En cuanto a las sentencias y condenas que recibió se sabe que el 9 de mayo de 2013 fue condenado a 4 años y dos meses de prisión por “robo agravado por el uso de arma de fuego y agravado por la intervención de un menor”, el fallo fue emitido por un tribunal de la ciudad de Colón, provincia de Entre Ríos.

El 4 de noviembre de 2016 fue condenado por robo simple a partir de un fallo emitido por el Tribunal Oral y Criminal 13 de CABA, lo sentenciaron a 7 meses de prisión.

El 13 de junio de 2018 quedó imputado por portación ilegal de arma de fuego, le valió el pago de las costas del proceso y una pena de prisión, además fue declarado en reincidencia.

Te puede interesar

Más noticias