Se cumplió un mes del trágico incidente vial en el que perdieron la vida dos profesionales de la salud, Julieta Dolman Coppari y su pareja Gerardo Gómez. La mamá de la joven la recuerda mientras, tanto ella como la Justicia, continúan en la búsqueda de testigos que ayuden a esclarecer lo sucedido en la fatídica noche del 18 de abril en cercanías de Villa Ascasubi, Córdoba.
Julieta Dolman Coppari (28), oriunda de Bell Ville trabajaba y estudiaba en la ciudad cordobesa de Villa María, estaba en pareja con el médico villamariense Gerardo Gómez (33). Iban en una moto Kawasaki Versys cuando fueron impactados por una camioneta Chevrolet Traker, cuyos ocupantes resultaron ilesos.
La pareja de Julieta, quien conducía al momento del choque, ejercía en la Clínica Fusavim de Villa María, y también había prestado servicio en Sanatario Cruz Azul.
Claudia Coppari, mamá de Julieta, brindó este viernes una entrevista exclusiva a Villa María VIVO para recordarla.
“Era una persona especial, pero yo hubiera preferido que fuera menos especial y se quedara con nosotros“
Así comenzó relatando la mujer, aún con las heridas abiertas de haber perdido a su hija hace tan solo un mes y que se enteró al día siguiente del hecho, por casualidad, gracias a que una conocida suya trabaja en el hospital donde atendieron a la pareja.
“Ese lunes la hija de una prima que trabaja en la clínica Fusavim se enteró en los pasillos y me llamó. Así tuve que enterarme. Salimos a la ruta sin destino, porque no sabíamos dónde estaba el cuerpo de mi hija”, afirmó Claudia.
“Negligencia”
Según detalló la madre del dolor, no obtuvo un aviso formal ni de parte de la policía ni de la fiscalía de Río Tercero que lleva el caso.
Claudia comentó además que tanto la policía como la justicia actuaron con negligencia en el caso. “Citaron al sujeto que los chocó 15 días más tarde a declarar. Es todo muy vergonzoso”, lamentó y continuó: “Ahora estoy pidiendo que nos ayuden a difundir para dar con otro camionero que estuvo en el lugar. Por unas fotos que se difundieron y testigos suponemos que venía detrás de la moto de mi yerno”.
Quién era Julieta
La mujer recuerda a su hija como una joven sonriente y cariñosa. “La última palabra ese sábado que nos vimos fue ‘chau mamuchi'”, cuenta Claudia.
Era una apasionada por la medicina, por eso intentó ingresar primero en Córdoba a la carrera. Tras no lograron estudió histopatología en Villa María hasta que se sumó la opción local y cumplió su sueño.
“Tenía un amor por la medicina que hizo la especialización y el ingreso al mismo tiempo. Se fue a Chaco a atender gratis y su sueño era ir a África a ayudar”, explicó.
Pero además tenía otras dos pasiones, bailar y los animales. “Hacía danza desde los 5 años y amaba a los perros. Quería hacer un refugio para animales con una guardería modelo. A ese sueño se lo voy a cumplir más adelante a su nombre”, cerró.
Fuente: Villa María Vivo