“No muere quien se va, solo muere quien se olvida”, “Siempre presente”, “Nadie podrá matarte en nuestros corazones”, “Levantá tu mano hasta el cielo, nunca digas adiós, sino hasta luego”, “Tu ausencia me duele, pero tu recuerdo siempre me hará sonreír”, rezaban los carteles. Entre medio de bombos con fotos de Sebastián y las Malvinas y al ritmo de la murga más triste que se haya escuchado en el Parque Lezama, más de 30 personas gritaban: “¡Daaale Seba!”.
Familiares, amigos vecinos y conocidos se reunieron alrededor de las 6 de la tarde en la intersección de la Avenida Martín García y Defensa, justo en la esquina del Parque Lezama para visibilizar el pedido de justicia por el asesinato del joven de 18 años. Hubo algunos disturbios ya que la Policía no les permitió avanzar hacia el parque ni permitieron cortar el paso de la avenida.
Eliana Molina repite indignada: “El asesino de mi hermano Sebastián sigue suelto”. “Queremos que se conozca la verdad, que no sea un pibe más que matan como si nada. Hace un mes que lo mataron. Hoy nos tocó a nosotros pero mañana le puede tocar a otro porque el asesino sigue suelto”, reclama.
Hace un mes mataron a Sebastián Molina de una puñalada en el corazón en el corso en Parque Lezama. Fue el 2 de marzo que el chico de 18 años salió de su casa en el Barrio La Boca para ir a disfrutar del corso en Parque Lezama. Durante la madrugada fue asesinado de una puñalada en el tórax. A un mes de su muerte, la familia decidió organizar una marcha con bombos, platillos, carteles y cantos para recordarlo.
Sebastián murió en el Hospital Argerich. La investigación está a cargo de la fiscal Susana Callejas. El asesino está suelto.