La fiscal de La Plata, Victoria Huergo, realizó una recreación de un ahorcamiento en pleno juicio para demostrar que la docente María Luján Alva, no se suicidó, sino que fue asesinada. La escenificación fue solicitada por los abogados de la defensa de Luis Alberto Villa Báez, acusado del presunto femicidio de la docente. Huergo argumentó que las condiciones de la muerte de Alva no indicaban un suicidio y que las heridas halladas eran compatibles con las de un crimen. Su teoría fue apoyada por el médico legista de la Policía Científica que realizó la autopsia sobre el cuerpo de Alva.
Uno de los testimonios de la jornada fue el de un profesional que formó parte del relevamiento de rastros, quien aseguró que no se encontraron señales de arrastre del cuerpo, junto con declaraciones de vecinos de la vivienda en la que ocurrió el hecho. El juicio está previsto que finalice el viernes, y una vez presentados los alegatos, el jurado popular definirá su veredicto. El juez Andrés Vitali será el encargado de determinar la calificación y la pena para el único sospechoso del caso.
El acusado está siendo juzgado por el delito de “homicidio agravado por el vínculo perpetrado por un hombre y mediando violencia de género (femicidio)”. La exposición de la fiscal estuvo basada en la posición en la que fue encontrado el cuerpo y en las heridas halladas tras la muerte de la docente, las cuales eran compatibles con las de un crimen. La recreación fue llevada a cabo para desacreditar la coartada del imputado, quien alegó que la docente se había ahorcado.
El médico legista de la Policía Científica que realizó la autopsia sobre el cuerpo de Alva explicó que la lesión en el cuello no tenía las características de un ahorcado, como el que suelen ver. Además, destacó que la persona medía 1,70 y pesaba 100 kilos, y que cuanto más pesado es el cuerpo, más mascada y profunda es la lesión que queda en el cuello. Con estos argumentos, la fiscal intentó demostrar que la docente no se ahorcó y que fue asesinada.