En el juicio contra Pablo Damián Grottini (44), acusado de planear y ejecutar un plan para asesinar a toda su familia en Ramallo, las declaraciones de los profesionales de la salud han resultado incriminatorias.
Entre los testimonios, destacó el de una médica que atendió a Ailén, la hija de 10 años de Grottini, desde su internación hasta su muerte en circunstancias confusas.
“Me refirieron que la nena no tomaba medicación, que era tratada para control por un pediatra y que padecía un retraso madurativo, por lo que asistía regularmente a una fonoaudióloga y a un neurólogo infantil, pero que llevaba una vida totalmente normal y no tomaba medicación”, relató Paula Marini, pediatra del Hospital San Felipe de San Nicolás, sobre la información que le proporcionaron Grottini y su madre al ingresar con la niña el 24 de julio de 2021.
Marini describió cómo Ailén ingresó al hospital con dolor en el pecho, supuestamente debido a una crisis de angustia tras una misa en homenaje a su tío Germán, una de las primeras muertes por las cuales Grottini enfrenta el juicio. “La nena lloraba permanentemente. Decidimos dejarla internada transitoriamente en observación, pero en ese momento no había nada que me pareciera preocupante”, recordó la médica.
Sin embargo, los eventos tomaron un giro trágico cuando, aproximadamente a las dos de la mañana, Ailén sufrió una descompensación grave. “Cuando volví, ya no era la misma nena. Estaba pálida, somnolienta y noté que cuando la llevaban al baño tenía una dificultad para caminar que antes no había tenido”, explicó Marini, añadiendo que la niña fue trasladada a cuidados intensivos.
La pediatra también mencionó que Grottini se enojó con ella, acusándola de falta de atención y amenazándola con un sumario. “La chiquita quedó en terapia y el lunes hizo un paro cardíaco. Falleció sin que supiéramos las causas”, concluyó Marini.
Este incidente levantó sospechas en el personal del Hospital San Felipe, especialmente tras la muerte de Teresita Di Martino (61), madre del acusado, quien falleció en circunstancias similares. Durante la investigación, se descubrieron sueros pinchados y una ampolla de diazepam no prescripta, lo que llevó al personal médico a reportar el caso a las autoridades judiciales.
Germán Grottini, hermano de Pablo, también murió en condiciones misteriosas en julio de 2019, a pesar de ser un deportista sin patologías previas. La fiscal María Belén Baños identificó patrones comunes en las tres muertes: “los pacientes llegaron al hospital con nauseas, sueño y alteraciones cognitivas, mostraron signos de recuperación, pero murieron repentinamente tras quedar a solas con Grottini”.
El Tribunal Oral en lo Criminal N°1 determinará si Pablo Damián Grottini, funebrero y devoto católico, es en realidad un asesino serial que ideó un plan macabro para asesinar a Germán, Ailén y Teresita.