Un aberrante suceso ocurrido en la semana pasada ha trascendido en las últimas horas y tiene a la ciudad de San Nicolás conmocionada. Es que una beba recién nacida fue encontrada muerta en un basural con la cabeza destrozada y un chaleco de un templo evangélico de esa ciudad que decía “Cristo te ama”. La madre se entregó y el padre fue capturado momentos después.
El macabro hallazgo se produjo el viernes pasado, luego de que personal de la empresa de residuos Entre S.A. visibilizara el cadáver de la pequeña y diera aviso al 911. Allí fueron efectivos policiales y se dio inicio a la investigación para esclarecer lo sucedido y dar con los responsables.
María Belén Baños, fiscal del caso, ordenó un allanamiento en el templo evangélico donde se repartían los chalecos, ubicado en la calle Carlos Calvo al 1100. Casi en simultáneo, una mujer se presentó en una dependencia policial confesando ser la madre de la beba y confesando que la tiró porque ella “no sabía que estaba embarazada” y que la dio a luz en el baño de su casa.
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La confesa homicida quedó a disposición de la justicia y de inmediato el Juzgado de Garantías 1 de San Nicolás ordenó la detención del padre de la beba, un joven de 22 años, quien fue imputado al igual que su pareja por el delito de homicidio calificado por el vínculo.
Más tarde, en un procedimiento en el domicilio de la detenida, ubicado en Chaveche al 1100, los investigadores secuestraron ropa, hisopos, papel higiénico y sábanas que, a simple vista, presentaban manchas de sangre.
Según indicó una fuente cercana a la causa a Télam, los forenses determinaron que la víctima era una beba que había nacido entre 48 y 72 horas antes de que encontraran su cuerpo y presentaba una herida contusa en el cráneo. La sospecha, escalofriante, es que fue arrojada viva a la basura y que su cabeza fue aplastada por la compactadora de residuos del camión recolector.