El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, se distancia de su par provincial, Sergio Berni, tras la adopción de medidas de seguridad que incluyen el control de pasajeros mediante cacheos en diferentes líneas de colectivos del conurbano. El funcionario nacional expresó: “No me satisface, pero es una tarea que tiene que desempeñar la Provincia”.
Los controles comenzaron el jueves pasado, liderados por las fuerzas de Buenos Aires, después del asesinato del conductor de la línea 620 en La Matanza, Daniel Barrientos. Estos controles continuaron en forma de cacheos, con los pasajeros siendo requisados, lo que generó críticas hacia el proceder dictado por Berni.
Aunque Fernández evitó opinar sobre los cacheos, aseguró que su cartera implementa otra metodología de trabajo. Según el ministro, los efectivos de Gendarmería y Policía Federal deberían estar presentes en la zona, pero se debería evitar la realización de cacheos y la metodología de revisar a los pasajeros.
Además, Fernández reveló que acordó con el jefe de Gabinete de la provincia, Martín Insaurralde, el envío de fuerzas federales a zonas conflictivas del conurbano. “Los resultados están empezando a dar frutos. El martes y miércoles hubo reuniones con 12 secretarios de Seguridad invitados, y todos asistieron. Discutimos temas importantes, y ellos, siendo conocedores del territorio, pueden dar su aporte”, afirmó.
Asimismo, Fernández planteó que el objetivo es estar presentes en los momentos en los que se producen conflictos y encontrar alternativas para que no vuelvan a suceder. “Queremos estar allí para apoyar a las personas durante esos momentos y garantizar su seguridad”, agregó. Concluyó destacando que su plan es tener presencia policial durante las horas pico, cuando la gente va y vuelve del trabajo.