, provocó una crisis interna al renunciar a su participación en las comisiones de Presupuesto y Relaciones Exteriores debido a desacuerdos en el reparto de cargos. La decisión de Pagano generó reemplazos de último momento, poniendo en peligro el cuórum del bloque){kind=link}
La disputa se desató cuando Pagano, molesta por no ser nombrada entre las autoridades de las comisiones, comunicó por nota su renuncia al presidente de la bancada, Oscar Zago. Ambas comisiones serán presididas por aliados, con José Luis Espert liderando Presupuesto y Fernando Iglesias encabezando Relaciones Exteriores.
Fuentes del bloque oficialista informaron que Pagano esperaba una vicepresidencia y, al enterarse de que solo sería vocal, decidió dar un paso al costado, a la espera de obtener un cargo relevante en otras comisiones económicas que se formarán en marzo.
Además de su descontento por el reparto de cargos, Pagano expresó su inconformidad por la demora en completar el cuadro de autoridades del bloque, que actualmente solo cuenta con Zago como jefe, respaldado por el presidente Javier Milei. La elección de una vicepresidencia y una secretaría parlamentaria sigue pendiente.
La situación se complica aún más debido a la falta de acuerdo en la última reunión para definir estas autoridades. Marcela Pagano no está satisfecha con el funcionamiento general del Congreso y espera cambios. Su malestar se suma a las tensiones internas que rodean al bloque.
Las críticas hacia Pagano incluyen su carácter y su estilo de discusión, siendo comparada con la exdiputada Graciela Camaños. A pesar de tener detractores, Pagano cuenta con el respaldo de algunos colegas y se espera que su renuncia genere debate en el seno del bloque.
La decisión de asignar las presidencias de las comisiones a José Luis Espert y Fernando Iglesias fue tomada por los referentes del bloque LLA, Zago y el presidente de la Cámara, Martín Menem, con la aprobación de Milei, consolidando así la relación con el PRO.
La renuncia de Pagano obligó a Zago a buscar reemplazos rápidamente, afectando el cuórum del bloque. La oficialización de los cambios requirió una resolución de Menem, generando críticas por falta de transparencia en el proceso, incluso desde el bloque Unión por la Patria, que denunció no haber sido informado.