En el documento final de la Cumbre del G20 que se celebró en la ciudad eterna los líderes más poderosos del mundo apoyaron la revisión de los sobrecargos que cobra el Fondo Monetario Internacional -FMI- a las naciones endeudadas.
Se trata del objetivo más ambicioso que perseguía la Argentina en el Summit de dos días que encontró a las 20 potencias del globo este sábado y domingo.
Por su parte, el ministro de Economía, Martín Guzmán, hace unas semanas se reunió en la ciudad de Washington con sus pares de Finanzas, que integran el G20, para explicar la postura de Argentina y pedir el apoyo a su reclamo para que el FMI deje de cobrar sobrecargos a los países deudores.
Una victoria en su renegociación del mega préstamo de 45 mil millones de dólares, equivalente al 11 % del PBI, que el FMI otorgó al gobierno de Mauricio Macri y compromete el crecimiento del país por su excesiva cifra de endeudamiento.
Fue el propio presidente Fernández que denunció este otorgamiento en su discurso de tres minutos ante los representantes de las principales economías del mundo que lo escucharon muy atentos en el Centro de Convenciones “La Nuvola”, en el barrio Eur que dista 9 km del centro histórico de la capital italiana.
En el punto diez del documento final, los jefes de Estado y de Gobierno formularon además el reclamo al organismo de crédito multilateral sobre la creación de un nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad para proporcionar financiación asequible a largo plazo a los países de ingreso medios y bajos. En línea con lo que viene solicitando la Argentina, este financiamiento permitiría reducir riesgos futuros para la estabilidad de la balanza de pagos, incluidos aquellos derivados de las pandemias y el cambio climático.
Por otra parte, pidieron la canalización voluntaria de parte de los Derechos Especiales de Giro (DEG) asignados para ayudar a los países vulnerables.
”Acogemos con satisfacción la nueva asignación general de Derechos Especiales de Giro (DEG), implementada por el Fondo Monetario Internacional el 23 de agosto de 2021, que ha puesto a disposición el equivalente a 650 mil millones de dólares en reservas adicionales a nivel mundial”, aseguraron.
“Estamos trabajando en opciones para que los miembros con fuertes posiciones externas amplíen significativamente su impacto a través de la canalización voluntaria de parte de los DEG asignados para ayudar a los países vulnerables, de acuerdo con las leyes y regulaciones nacionales”, añadieron en la declaración del texto final.