Martín Lousteau tomó esta resolución judicial como una victoria propia, luego de mostrarse como padrino político de De Loredo en la Unión Cívica Radical de Córdoba.
Es que el Juez Federal Ricardo Bustos Fierro hizo lugar al planteo del grupo político Sumar sobre lo propuesto por el oficialismo que pretendía digitar a los representantes partidarios sin elecciones. La elección está prevista para dentro de ocho días.
“Si el Frente de Todos se cristiniza y Juntos por el Cambio vuelve a ser el mismo que perdió, la gente se va a sentir huérfana de futuro; el deber nuestro es construir un Juntos por el Cambio mejor, y yo estoy convencido que eso no es posible sin un radicalismo mejor”, dijo Martín Lousteau al pisar Córdoba, donde realiza una gira este fin de semana para respaldar la candidatura de Rodrigo De Loredo a la conducción partidaria.
“La justicia en su resolución explicitó el nivel de arbitrariedad y manoseo a la institución partidaria. Debería llamarnos a todos a la reflexión, que en lugar de haber tenido un proceso de debate natural y de cara a la sociedad para mejorar el radicalismo, hayamos tenido este camino de obstáculos y trabas. Por suerte, la justicia puso las cosas en su lugar y los cordobeses podrán elegir”, dijo Lousteau sobre la decisión judicial del Juez Ricardo Bustos Fierro que obliga a la UCR a practicar el acto eleccionario de internas partidarias para la conducción del radicalismo.
“Vemos muchos sectores (del radicalismo) que estuvieron muy involucrados en Juntos por el Cambio y que ahora dicen que la experiencia 2015-2019 no fue una coalición de gobierno, o que no eran consultados por las medidas; pero la verdad que es muy difícil que te consulten cuando en las Paso perdiste 25 a 3. Creemos que hubo un radicalismo que en esos cuatro años estuvo muy cómodo sin tener el riesgo de tomar decisiones. Nosotros queremos un radicalismo que salga de la comodidad y vaya a la incomodidad de gestionar”, siguió Lousteau.
El legislador que apoya a De Loredo criticó a Mario Negri porque entiende que estuvo “sin voz” durante la coalición de la UCR y el PRO.