En un reciente encuentro virtual, los presidentes de los partidos que conforman la coalición opositora en Argentina -Gerardo Morales, Federico Angelini, Miguel Ángel Pichetto y Maximiliano Ferraro- discutieron la posibilidad de sumar al peronismo cordobés a sus filas. Este planteamiento informal ha generado malestar en el ala dura del PRO, que busca bloquear esta iniciativa.
Aunque el encuentro no estaba previsto en la agenda, la importancia de la propuesta llevó a convocar a los presidentes y apoderados de todos los partidos que integran la coalición. El objetivo es alcanzar un acuerdo antes del cierre de alianzas, programado para el 14 de junio.
La idea de sumar al peronismo cordobés a Juntos por el Cambio es impulsada por Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales, quienes encabezan una alianza con Martín Lousteau y buscan superar la influencia de Patricia Bullrich y los radicales que forman parte del Grupo Malbec.
Gerardo Morales ya había dado una señal en un encuentro previo con candidatos a intendentes bonaerenses, expresando que estaban abiertas las negociaciones para sumar al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. Además, señaló que este tema estaba siendo discutido con Rodríguez Larreta, la Coalición Cívica y el Peronismo Republicano.
Schiaretti, quien lanzó su precandidatura presidencial el 2 de mayo, confirmó su interés en competir en unas elecciones primarias abiertas (PASO) con un armado político antigrieta conformado junto al ex mandatario de Salta, Juan Manuel Urtubey. A esta coalición se han unido figuras políticas como Florencio Randazzo, Diego Bossio, Graciela Camaño, Roberto Lavagna, Alejandro “Topo” Rodríguez, el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, y parte del socialismo santafesino.
El acercamiento entre Juntos por el Cambio y el peronismo cordobés ha generado un ambiente de tensión dentro del PRO, especialmente entre aquellos sectores que se oponen a esta alianza. Patricia Bullrich y su entorno han manifestado su intención de bloquear dicha propuesta, lo que podría desencadenar divisiones internas en la coalición opositora.
La inclusión del peronismo cordobés en Juntos por el Cambio representaría un movimiento estratégico en la configuración del mapa político argentino, ya que Schiaretti goza de una amplia popularidad en la provincia de Córdoba. Sin embargo, esta iniciativa también plantea desafíos internos para la coalición opositora, con diferencias de opinión sobre la estrategia política a seguir y la conformación de alianzas de cara a las próximas elecciones.
El plazo para cerrar alianzas está próximo, y el escenario político argentino se encuentra en ebullición ante las negociaciones y movimientos de los distintos actores. Se espera que en los próximos días se definan las posturas y se conozcan los resultados de estas conversaciones y acercamientos políticos. La inclusión del peronismo cordobés en Juntos por el Cambio podría generar un cambio significativo en el equilibrio de fuerzas dentro de la coalición opositora, así como en el panorama electoral argentino en general.
Por un lado, quienes apoyan esta alianza argumentan que sumar a Schiaretti y su base de apoyo en Córdoba fortalecería la coalición opositora y le permitiría ampliar su alcance a nivel nacional. Además, se destacan las cualidades de Schiaretti como político experimentado y su capacidad para atraer a votantes peronistas moderados y sectores del electorado independiente.
Sin embargo, existen sectores del PRO y de los radicales que se oponen a esta alianza. Algunos argumentan que el peronismo cordobés tiene una identidad política distinta y podría diluir la imagen de Juntos por el Cambio, que se ha construido en torno a una postura más liberal y conservadora. Además, existen preocupaciones sobre posibles tensiones internas en la coalición y la influencia que Schiaretti y su grupo puedan tener sobre las decisiones y la agenda política de Juntos por el Cambio.
La próxima fecha límite para el cierre de alianzas políticas, el 14 de junio, será crucial para determinar el rumbo que tomará la oposición argentina de cara a las próximas elecciones. Se espera que en los próximos días se realicen más reuniones y conversaciones entre los líderes de los partidos involucrados, así como también se escuchen las voces de otros actores políticos y dirigentes de la coalición.
En resumen, el intento de sumar al peronismo cordobés a Juntos por el Cambio ha generado tensiones internas en la coalición opositora argentina. Mientras algunos ven en esta alianza una oportunidad para fortalecer el frente opositor y ampliar su base electoral, otros expresan preocupaciones sobre la coherencia ideológica y la posible influencia del peronismo cordobés en la agenda política. El cierre de alianzas en junio será determinante para conocer los resultados de estas negociaciones y definir el escenario electoral de cara a las próximas elecciones en Argentina.