En un giro político significativo, el partido opositor Juntos por el Cambio logró una reforma parcial en la Ley de Alquileres después de no conseguir su derogación completa. La coalición obtuvo una votación de 125 a favor, 112 en contra y tres abstenciones, logrando así una media sanción para ajustar ciertos aspectos clave de la ley. Los cambios incluyen la reducción del plazo de los contratos de alquiler a dos años y una actualización de los precios cada cuatro meses.
La reforma fue respaldada por los votos de Córdoba Federal, Identidad Bonaerense, el interbloque Provincias Unidas y el bloque SER, lo que llevó a la victoria de Juntos por el Cambio en esta contienda legislativa. Por otro lado, el Frente de Todos, el Frente de Izquierda y La Libertad Avanza votaron en contra de esta enmienda.
Los esfuerzos previos de Juntos por el Cambio para derogar por completo la ley fueron infructuosos debido a la falta de los dos tercios de votos necesarios para permitir el tratamiento acelerado de los expedientes sin dictamen. Sin embargo, su nuevo enfoque en la reforma parcial logró la aprobación.
La ley de alquileres actual, implementada en 2020, no logró cumplir las expectativas en medio de la inflación descontrolada y los cambios en el mercado inmobiliario. La oferta tradicional de propiedades en alquiler disminuyó debido al aumento de alquileres temporarios en plataformas extranjeras y a otras formas de especulación inmobiliaria.
El dictamen de minoría propuesto por Juntos por el Cambio busca flexibilizar las condiciones de la ley actual, volviendo en gran medida a las disposiciones del Código Civil y Comercial. Establecería contratos de dos años con actualizaciones de precios basadas en indicadores acordados por las partes, en lugar de los tres años y la actualización anual propuestos por el oficialismo.
Los defensores de la reforma argumentan que es necesario equilibrar el mercado inmobiliario y alentar la oferta de propiedades en alquiler. Sin embargo, los críticos, como Myriam Bregman del Frente de Izquierda, argumentan que los cambios propuestos perjudican a los inquilinos y benefician a las grandes inmobiliarias y especuladores.
La sesión parlamentaria en la Cámara de Diputados para debatir esta reforma comenzó con la validación del quórum, que se logró con la presencia de 129 diputados. Los representantes de diferentes partidos jugaron un papel crucial en la obtención del quórum, lo que finalmente permitió el inicio de la sesión.
A pesar de las diferencias políticas y las posturas divergentes, esta reforma en la Ley de Alquileres representa un paso significativo en la búsqueda de equilibrio en el mercado inmobiliario y en la protección de los intereses tanto de los propietarios como de los inquilinos.