Movimientos sociales marchan al Obelisco por la muerte del manifestante Facundo Molares

Agrupaciones de izquierda han organizado una manifestación que tendrá lugar este viernes en el Obelisco para condenar la muerte de Facundo Molares, un militante que sufrió una descompensación mientras era detenido por agentes de la Policía de la Ciudad.

“Esto es un asesinato. No es como dice la Policía que tuvo un infarto”, declaró Jorge Adaro, aspirante a jefe de Gobierno de la Ciudad por el Frente de Izquierda. Las expresiones de repudio y preocupación por los acontecimientos se han vuelto resonantes en medio de la controversia.

Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, convocó a una movilización para las 10 de la mañana del viernes, condenando la acción de la Policía de la Ciudad por no reconocer la crítica situación de salud del manifestante, quien en los videos ya no mostraba reacción.

“Hay una decisión política de reprimir. Dicen que tenía factores de riesgo pero si te dan un palazo en la cabeza no es un factor de riesgo”, lamentó Belliboni.

“Mañana marchamos y no hay veda”, señaló el líder del Polo Obrero en declaraciones cerca del Obelisco.

Gabriel Solano, candidato presidencial del Frente de Izquierda, también expresó su preocupación: “Aquí hubo una detención. Cualquier riesgo ya es eso, un riesgo, lo que no habría ocurrido si lo hubieran detenido”.

Solano resaltó que “hay una decisión política de reprimir en las etapas finales de la campaña” por parte del gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta.

La trágica muerte de Molares ocurrió mientras participaba en una protesta organizada por Votamos Luchar y Rebelión Popular frente al Obelisco.

Según las agrupaciones, durante un acto en contra de la farsa electoral y en defensa de la democracia popular, la Policía intervino de manera violenta, hiriendo gravemente a uno de los manifestantes y deteniendo a otros.

Los videos capturaron el momento en el que Molares era inmovilizado en el suelo por oficiales de policía, mientras una periodista alertaba que ya no respiraba y luego los agentes comenzaban maniobras de reanimación.

A pesar de ser trasladado al Hospital Ramos Mejía en una ambulancia, los intentos de reanimación durante 40 minutos resultaron infructuosos, y a los 47 años, se confirmó su fallecimiento.