El presidente, Alberto Fernández, almorzó este sábado con su par chino, Xi Jinping, y aprovechó la ocasión para dejar un mensaje para el Fondo Monetario Internacional (FMI): “No somos un país satélite”.
“Debemos desarrollarnos con nuestras propias experiencias, pero cerca, de forma mancomunada con el resto de las naciones libres del mundo”, agregó el funcionario en medio de su gira por China, a una semana de llegar a un acuerdo con el FMI.
La actividad del mandatario comenzó con una visita al Museo del Palacio, ubicado en la llamada Ciudad Prohibida, un complejo de casi mil edificios construido a principios del siglo XV y que hasta comienzos del siglo XX fue el centro político del país y la residencia de los emperadores.
Más tarde, en la Plaza de Tiananmen, el jefe de Estado colocó una ofrenda floral en el mausoleo de Mao Zedong, líder del Partido Comunista de China desde 1945 hasta su muerte, en 1976.
Finalmente, Alberto Fernández se trasladó hasta el Gran Palacio del Pueblo acompañado por el canciller, Santiago Cafiero, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Allí, el Presidente participó de una foto oficial junto al resto de los jefes de Estado a quienes China invitó especialmente para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing: como cierre de esa actividad, Xi Jinping brindó en el Salón Dorado un almuerzo.